Satisfecho con la victoria y con recuperar el primer puesto, aunque no tanto con las sensaciones sobre el campo, Ángel Rodríguez señaló tras el partido de ayer contra el Langreo que “la primera valoración es positiva. Hemos sumado y hemos conseguido ponernos otra vez en cabeza”, pero reconoció que “no entramos bien en el partido, nos costó, cualquier balón largo a las espaldas nos hacía sufrir en exceso. Con un fútbol bastante fácil nos han generado muchos problemas” y admitió que “sabía del peligro que conlleva un jugador como Pana”. Aún así, el entrenador del Pontevedra destacó que hubo un “grado de efectividad bastante alto”.

“Cuando estábamos 3-0, un poco de abandono hace que te metan el 3-1. En la segunda parte tenemos ocasiones para sentenciar, no lo hacemos y te meten el 3-2. Con el miedo a perder nos convertimos en un equipo mediocre”, analizó el míster granate, que afirmó que, “en general, hicimos un partido completo”.

El técnico comentó que “en el minuto 5, penalti en contra y ya estamos otra vez como en las últimas semanas. Parece que espabilamos a base de golpes del contrario. Es cierto que el equipo se sabe reponer, pero qué necesidad tienes de encajar primero y no de marcar primero” y destacó la parada de Pablo Cacharrón, que “ha estado bien y creo que nos ha alimentado, ha sido un pequeño golpe en la nuca para que espabiláramos”.

El míster se refirió también a que el Pontevedra estaba pendiente de lo que hiciera el Unión Adarve en su visita al Bergantiños. “Cuando llegas al descanso sabiendo el resultado que hay en Bergantiños, se genera una emoción distinta y a veces no es bueno. Creo que estábamos haciendo una primera parte bastante completa y debimos haber sentenciado en la segunda”, señaló Ángel Rodríguez, que lamentó que, al estar pendientes de que pinchase el líder, “acabas olvidándote de tus situaciones. Quedan tres partidos y no podemos desviar la atención a otros equipos, sino tenerla centrada en nosotros mismos”.

Así, el entrenador granate insistió en la importancia de “ser nosotros mismos” y afrontar el próximo partido, en casa del Ceares, “con el máximo respeto a un campo complicado, ante un rival que ya está descendido y lo puede hacer peligroso al no jugarse nada. No hemos ganado nada, hay que ser humildes, no mirar al rival por encima del hombro e ir allí a conseguir la victoria”.

Ángel Rodríguez valoró mucho el apoyo de la afición. “Es maravilloso ver cómo se queda la gente agradeciendo el esfuerzo a los jugadores al acabar el partido. Es algo que no se debe perder, porque es una parte fundamental para que el equipo rinda”.