Un gol de Frankie de Jong en el minuto 87 rescató al Barcelona en Vitoria ante un Alavés que le puso en muchas dificultades, en un partido que se abrió en la segunda mitad, en la que llegaron las ocasiones para ambos equipos. Con este triunfo el conjunto catalán se acercó a los puestos de Liga de Campeones, mientras que el Alavés se quedó en la zona de descenso.

El holandés aprovechó una dejada de Ferrán Torres para batir a Fernando Pacheco y desequilibrar la balanza cuando parecía que el partido iba a acabar en empate.

Los de José Luis Mendilibar apretaron en varias salidas de los azulgranas en busca de réditos y los encontraron en una comprometida pérdida de balón de Sergi Busquets que corrigieron los de Xavi Hernández con un buen repliegue para evitar sustos.

El primer aviso serio lo dio Luuk de Jong a los 13 minutos con una semivolea tras un pase de Pedri González que el holandés no pudo dirigir a portería.

Tomó riesgos el Barça ante la presión de un Alavés dinámico y con tensión, que eligió los momentos en los que apretaba a su rival y confiado en la destrucción del planteamiento de los azulgranas, que insistieron en el juego por las bandas.

Fue media hora en la que el Barça llegó poco y el Alavés no pisó área y se limitó a esperar errores de su rival. Otra de las balas de los locales fueron las jugadas de estrategia, una faceta en la que la defensa azulgrana no se siente cómoda, pero salió airosa en las pocas ocasiones que hubo.

El Barça salió con más brío tras el descanso y se aproximó con más peligro a la meta loca que en los primeros 45 minutos, pero no logró rematar. Sí lo hizo Pere Pons en la respuesta del conjunto vitoriano, pero su disparo, de espaldas a portería, se paseó por delante de la meta barcelonista.

El partido se abrió más y los dos equipos llegaron con facilidad hasta el área contraria, aunque el partido parecía abocado al empate hasta que un gran pase de Alba a la espalda de la defensa permitió a Ferran dejar en bandeja el gol a Frankie De Jong. El Alavés tuvo el empate en el descuento, pero el cabezazo de Edgar, completamente solo, fue poco preciso.