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Promesas que ya son realidad

El Cisne Colegio Los Sauces celebra en Pontevedra junto a familiares, amigos y aficionados al balonmano su histórico triunfo en el Campeonato de España Juvenil

El equipo juvenil del Cisne tras su llegada, ayer, a Pontevedra, junto a su entrenador y al presidente del club. | // RAFA VÁZQUEZ

El primer equipo gallego en proclamarse campeón de España juvenil ya está en casa. El Cisne Colegio Los Sauces celebra desde ayer junto a familiares, amigos y aficionados al balonmano el histórico título nacional logrado el pasado fin de semana en Alicante. “Aún lo estamos asimilando”, reconocía el entrenador, Víctor Efrén Castro.

“Hemos ido de menos a más en el torneo, con ese pelín de suerte que hace falta tener, y al final hemos aprovechado las oportunidades que hemos tenido. Estamos muy contentos porque ha salido todo como nosotros hubiésemos escrito en el guión”, señalaba el técnico.

Sufriendo hasta el final, pero imponiendo su calidad, el Cisne se hizo con el título con jugadores que ya han pasado de ser promesas a ser una realidad. Desde los que ya participado en algunos partidos con el primer equipo de Asobal, Carlos Álvarez, Dani Virulegio y André de Moura, hasta los que están en la dinámica de entrenamientos con la plantilla que dirige Jabato, Román Arboleya, José Cerqueiro y Marco García, pasando por el resto de un equipo que ha escrito su nombre no solo en la historia del club, sino también en la del balonmano gallego, como Diego López, Rubén Sequeiros, Martín Santos, Hugo Pérez, Rafael Logroño, Miguel Pérez, Miguel Sierra, Quique Domínguez, Eduardo Costa, Javier Sierra y Mario González.

Este triunfo del equipo juvenil es la inevitable consecuencia de un trabajo de muchos años con la cantera del Cisne, de una filosofía clara del club pontevedrés por apostar por formar jugadores –y, aún más importante, personas– y por gente de la casa que este año se ha traducido en el éxito en el Campeonato de España de su base, pero también en la llegada del primer equipo a la máxima categoría nacional, otro hito histórico para la entidad que dirige Santiago Picallo.

“Es un premio”, admitía el presidente, que destacaba que “esta generación son unos chavales extraordinarios, han jugado la final con una madurez impropia de su edad, porque salvo los tres o cuatro que tienen experiencia en Asobal y con la selección gallega, el resto no se había visto nunca en una de estas, y parecía que los que llevaban jugando finales siempre eran los nuestros y no los del Barcelona”.

Picallo comentó en este sentido que “hemos puesto en el escaparate a muy buenos jugadores, algunos tienen un futuro espectacular, y esperemos que el primer año sénior sigan con nosotros”.

“Ha sido un aprendizaje a nivel de madurez competitiva”

“Un papel brillante” fue el que firmó Carlos Álvarez durante todo el Campeonato de España. El extremo cisneísta fue el jugador más destacado, pero su entrenador, Víctor Castro, quiso alabar también “el papel de todo el equipo”.

“Carlos es muy buen jugador, es internacional, es el que tira los penaltis y tiene mucha visibilidad, pero me gustaría también destacar a todos los que hacen el trabajo sucio de salir a dar cinco minutos de cambio o el que solo está para defender, porque es un trabajo de todos”, apuntó el técnico, que reconocía que todos estaban “en una nube. Estos chicos ahora tienen selectividad y están dedicando muchísimo tiempo a esto y se lo agradezco, porque lo importante es lo que viene ahora, aunque el deporte es algo fundamental por los valores que enseña”.

De hecho, del torneo destaca sobre todo el “aprendizaje a nivel de madurez competitiva, para los chicos y también para mí. Era un sueño, sabíamos que teníamos alguna oportunidad, aunque pequeña, y nos aferramos a eso porque somos unos competidores extraordinarios”.

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