El Pontevedra necesitaba ganar ante el Lealtad, un equipo prácticamente descendido. Los asturianos podían dar la campanada y no había que dar opciones. La consigna era controlar el partido desde el inicio, tener el balón, no dejar espacios atrás y buscar la portería sin precipitarse. Pero lo más importante era no perder la concentración en ningún momento.

Y esas acabaron siendo las claves del encuentro. Con el balón en su poder, el Pontevedra hizo un gran partido y generó multitud de ocasiones. Pero sin balón volvieron a cometer fallos imperdonables. Dos errores defensivos permitieron al Lealtad igualar el marcador ya en el minuto 91. Un empate que no sirve para nada a los asturianos y que puede costarle la permanencia al Pontevedra que se jugará la vida en el último partido en casa ante el Oviedo.

El Pontevedra salió muy enchufado desde el inicio, bien posicionado y controlando la posesión del balón. Los gallegos movían bien la pelota, con rápidas transiciones y buscando siempre la portería contraria, aunque a punto estuvo de adelantarse el Lealtad, que tampoco renunciaba a nada. Un remate de los locales que no atajó bien Álvaro Cortés pudo costar muy caro a los de Luisito, pero el Lealtad no consiguió rematar el trabajo.

El cuadro de Pasarón seguía apretando y en el minuto 23 un gran contragolpe llevado por Oier lo culminaba Rufo enviando el balón al fondo de las mallas para establecer el 0-1.

El gol dio alas a los de Luisito, que continuaron teniendo el balón en su poder. Pudo marcar el segundo poco después en una buena jugada de combinación que Oier no conseguía culminar. No fue la única ocasión antes del descanso. El Pontevedra ponía cerco al área asturiana y gozó de hasta tres ocasiones más para haber ampliado su ventaja antes del minuto 45, pero perdonó.

La dinámica del partido no cambió en el inicio de la segunda mitad, los granates continuaban teniendo la posesión del balón y llegando con claridad al área contraria. El camino parecía allanarse cuando en el minuto 62 Oier conseguía hacer el 0-2 al recoger un balón rechazado tras un primer intento de Rufo.

Pero el trabajo no estaba hecho y el Lealtad no estaba dispuesto a bajar los brazos. Los locales metieron una marcha más y se lanzaron con todo en busca del gol. No tardaron en conseguirlo y en el 67 Gabri Salazar batía a Álvaro Cortés en un contragolpe, un balón largo que la defensa granate no es capaz de despejar y que queda muerto en el área tras el rechazo del zaguero granate.

A partir de ahí las cosas empezaron a complicarse para el Pontevedra. Dispusieron aún de varias ocasiones claras, pero el Lealtad apretó y empezó a llegar con claridad al área, obligando a intervenir hasta en dos ocasiones al meta.

Luisito trató de amarrar el triunfo con un cambio táctico y manda a sus hombres replegarse para tratar de cortar las internadas de los locales. Pero no consigue evitar que, ya en el minuto 91, Maissa firmase el empate con un gol de chilena en otro error defensivo.

Con el 2-2 en el Pontevedra tuvo que volver a estirar líneas en busca del gol y a punto estuvo de conseguirlo, primero en un remate de cabeza de Rufo que, con el portero ya batido, enviaba fuera. Y luego en un mano a mano de Álex González tras el saque de un córner. Volvía a fallar el Pontevedra sus ocasiones y el encuentro terminaba con un empate que sabe a derrota.