La semana se avecina cuanto menos compleja en las filas del Poio Pescamar que encara hoy el primero de los tres encuentros en apenas siete días. Comienza el reto con este partido en casa ante el Ourense Envialia a las 19.00 horas.

El encuentro llega después de que el Poio Pescamar descansara de la liga el pasado fin de semana por el formato de la competición. Unos días que han servido al entrenador, Manu Cossío para poder trabajar más aspectos en los entrenamientos y enfocar todos los partidos que quedan.

Cossío adelanta que será “un partido muy complicado contra un muy buen equipo con jugadoras muy buenas a pesar de las bajas. Tendremos que dar el máximo si queremos sumar 3 puntos”. Más que ponerse por encima del Futsi al Poio le preocupa sumar para llegar lo mejor posible a la siguiente fase. “En este sistema da un poco igual que seas primero o segundo y lo importante es tener el máximo de puntos posibles”, comenta.

El técnico rojillo espera que el Envialia prepare un partido “parecido a los últimos que ha hecho con un planteamiento quizás más conservador porque viene muy justo de efectivos”, como se vio ante el Leganés y el Futsi, hace un par de días. “Nosotras vamos a intentar todo lo contrario, hacer un partido con mucho ritmo porque ahí es donde sufrirán más”, adelanta.

El entrenador podrá contar con toda la plantilla a excepción de la duda de Carol. La jugadora tuvo hace semanas un problema en la rodilla y ahora ha tenido una recaída que, aunque no es grave, presenta líquido en la rodilla. Se ha incorporado a los entrenamientos con el grupo, pero Cossío no quiere forzarla ya que necesitará a todas para los partidos que vienen.

El equipo tiene muchas ganas de competir después de este descanso y mira ya a la siguiente fase.

Ritmo agotador

De nuevo el Poio tendrá que enfrentar tres partidos en una semana, consecuencias de haber sufrido un brote por COVID en enero.

“Sabíamos que iba a ser así, es una temporada atípica y todos nos tenemos que adaptar. Al final somos unas privilegiadas por competir y preferimos esto que estar paradas como nos tocó hace un mes”, aclara Cossío.

El equipo se enfrenta el miércoles a Roldán y apenas 48 horas después al Penya Esplugues. Debido a la falta de conexión harán el viaje en autobús. Así las rojillas partirán el próximo martes a Murcia para jugar contra Roldán. Allí dormirán el miércoles tras el partido y se desplazarán en bus a Cataluña el jueves para jugar el viernes. Además esperan poder hacer un entrenamiento una vez allí.

Una vez superado este reto miran a la siguiente semana donde recibirán al líder, el Futsi, en A Seca el 20 de marzo.