Con el susto aún en el cuerpo después de haber sido diagnosticado de un trombo en el brazo y con un gran sentimiento de culpa el entrenador del Pontevedra, José Luis Míguez "Luisito", atendió ayer a los medios después del entrenamiento del equipo para dar parte sobre su estado de salud.

“Aquí solo hay un culpable. Sé que cometí un gran error”, asumía el entrenador reconociendo que debió ir antes al hospital y que estuvo cerca de la muerte.

Me empecé a encontrar mal el jueves por la noche. Cuando salí de la ducha un brazo era el doble del otro. El viernes vine a entrenar y esa noche se me acentuó más”, explicó. El sábado por la mañana el técnico habló con el club, “intuía que tenía un trombo en un brazo porque no era normal la presión que tenía”. Entonces fueron al PAC de A Parda y allí el médico aseguró que había un 95% de probabilidades de que fuera un problema muscular. “Yo desconfiaba pero todos cometemos errores, yo el primero, pero me pudo costar muy caro”, asumió.

“A partir de ahí seguí encontrándome muy mal. El domingo por la mañana me levanté muy mal, quise ocultar todo, fui a una farmacia y vine a dirigir el partido en un estado en el que sé que estaba muy mal”, reconoció. “Lo pasé muy mal en el descanso y al acabar el partido estaba deseando atender a los medios e irme a casa porque me encontraba mal”.

"Temí por mí porque me encontraba muy mal. Me salvé de milagro"

Ya el lunes acudió al Hospital Quirón Salud Miguel Domínguez donde le detectaron un trombo grande arriba de la axila y cerca del pulmón. Pese a las recomendaciones del médico y antes de ir a Urgencias Luisito quiso ir al entrenamiento del Pontevedra por la tarde a dar la charla sobre el partido del domingo y explicar la situación a los jugadores. Luego fue al Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela, donde reside el entrenador.

“Tengo que reconocer que temí por mí porque me encontraba muy mal. Creo que fue una de las pocas veces que sentí miedo en la vida porque cuando me empezaron a hacer tantas pruebas me di cuenta de que algo grave pasaba”, explicó. “La doctora me dijo que me salvé de milagro. Tuve muchísima suerte porque si el trombo llega a ser más pequeño se hubiese diluido y las consecuencias pudieron ser muy graves”, comentó.

"Me gusta tanto esto, me debo tanto al club, que no fui capaz de decir que no"

Tras el diagnóstico su primera preocupación también fue el Pontevedra: “Lo primero que pregunté es si me dejaban entrenar y la doctora me dijo que no había problema”, explicó.

Ahora sigue un tratamiento con anticoagulantes a la espera de que se le recete otro tratamiento más específico. “Sinceramente sabía que tenía un trombo en el brazo, pero me quería agarrar a que era un problema muscular. Dirigí el partido y me pudo costar caro. Tuve mucho miedo. Por ser como soy muy cazurro... Me gusta tanto esto, me debo tanto al club que no fui capaz de decir que no. A lo mejor en otras circunstancias y en otro equipo hubiese parado. Pero oculté todo, vine y dirigí el partido. Me pudo costar caro”, sentenció

Luisito, ayer, de regreso a los entrenamientos tras su trombo. Rafa Vázquez

“El club sabe que estoy al 100%. Fuerza mental y física me sobra”

Tras este gran susto el entrenador granate se encuentra aliviado y preparado para continuar dirigiendo al equipo. “Fuerza mental y física me sobra”, explicó recordando que aunque no puede hacer ejercicio él sí puede entrenar al equipo.

“Ayer ya estaba maquinando sobre cómo quiero jugar en Coruña. Yo si estoy, estoy al 100%. Para estar al 70% no estoy. Estoy rompiéndome la cabeza para dar el 100% en los entrenamientos y con todo el equipo porque nos jugamos muchísimo. Eso es lo más importante. El club sabe que estoy al 100%. Quien tiene que correr y marcar son los futbolistas, yo tengo que darles las pautas y enseñarles el camino”, recordó.

"Si ganamos en Coruña sería el arranque definitivo para curar todo"

“Ahora ya pasó y lo único que quiero es estar como estoy ahora y a partir de mañana -por hoy- voy a dirigir al equipo”, adelantó. "Una victoria sería el mejor tratamiento que me podrían dar. Si ganamos en Coruña sería el arranque definitivo para curar todo, no me cabe la mejor duda”, aseguró el técnico que reconoció como un alivio que este suceso coincidiera con el parón de la liga este mismo fin de semana.

Luisito suele bromear con los no convocados o los suplentes por mucho que recen es inmortal: “Ahora me he dado cuenta que no, soy muy vulnerable”, comenta mientras muestra su admiración por los sanitarios.

Luisito vuelve a los entrenamientos tras su trombo Rafa Vázquez

El entrenador también quiso dar las gracias a toda la gente que tanto le ayudó en estos difíciles momentos, “también a quien no tiene mi teléfono y sé que se interesó mucho por mi salud. Quiero dar mil gracias al doctor del club, y a toda la afición. Esperemos que por mucho tiempo siga estando aquí y que con el tratamiento sea capaz de seguir tan bien como estaba hasta ahora”.

Por último, Luisito bromeó con la situación y es que, según le informaron los médicos, este tipo de trombo le suele ocurrir a deportistas de alto nivel: “Ni soy alto ni tengo nivel”, comentó demostrando que su sentido del humor está intacto.

Así el técnico de Teo solo piensa en entrenar y en el próximo partido: “Lo único que pienso es en ganar en Riazor y nada más”.