Doce días después de que saltaran las alarmas en el Dicsa Modular Cisne por un nuevo brote de COVID el equipo volvió a entrenar. Lo hicieron en la mañana de ayer y aún faltaban cuatro jugadores que continúan en cuarentena y están a la espera de que se les realice la segunda PCR, por lo que volverán con el equipo entre el lunes y el martes.

El técnico cineísta, Jabato, reconoce que ha sido una vuelta algo agridulce, pero “volver a las pista y a hacer lo que nos gusta siempre es importante, más después de estar metidos en casa. Volver a entrenar y sentir que seguimos en la competición”.

La pasada semana ya se ejercitaron algunos días los jugadores que no tuvieron que guardar cuarentena por haber pasado recientemente la enfermedad y en los próximos días se sumarán los que queda, lo que complica la planificación. “A los entrenadores nos gusta tener todo bajo control y está todo patas arriba. Unos trabajan en remoto con el preparador físico en casa, otros entrenando, pero no queda más remedio que adaptarse e intentar estar lo mejor posible cuando podamos estar juntos”, apunta.

Este es ya el segundo brote en el equipo que intenta como puede mantener la forma dentro de las limitaciones. El desgaste psicológico quizás sí sea más complicado: “Es la segunda vez, parece que no te va a volver a tocar pero sí. Por eso de estar encerrados hay que sacar esas ganas de competir. La puesta en marcha va a ser difícil, pero quedan muchos partidos para coger ritmo. Ha sido complicado, pero queremos que sirva de motivación”.

El próximo partido será el sábado 27, una fecha muy próxima teniendo en cuenta que los que han pasado la enfermedad aún tienen que recuperarse: “Las secuelas están aún por ver, pero ya lo hemos vivido en el primer brote y perdura en el tiempo. No por salir de la cuarentena a los 14 días estás bien, eso está claro. Tenemos la experiencia de haberlo vivido y entenderlo desde el cuerpo técnico. Queremos volver cuanto antes, pero hay que hacer un trabajo de menos a más porque no es sencillo, puede haber recaídas y lesiones musculares y eso es lo que no queremos”, apunta Jabato.

“Será un final de temporada complicado”

Dada la situación el Cisne acumula ya tres partidos aplazados, después de que la RFEBM aprobara el aplazamiento del derbi contra el Cangas. El club trabaja en poner fecha a estos encuentros intentando que no se junten todos, como al final de la primera vuelta. “Van a estar pegados, porque hay parones por competiciones como la Copa del Rey, y habrá que jugar durante semana y recuperar partidos. Será un final de temporada complicado y nos podemos jugar mucho, necesitamos ese tiempo de descanso y preparación de partido e intentaremos espaciarlos y llegar a acuerdo con los clubes en estos días”, adelanta el técnico Jabato. Sobre si estos parones les están pasando factura en la clasificación, el entrenador cree que se trata más, precisamente, del “hecho de tener que haber jugado tantos partidos seguidos, sobre todo al final de la primera vuelta donde tuvimos una maratón de un mes”. “Pero la situación es tan complicada que hay que adaptarse a lo que sea. Siendo nuestro primer año en Asobal no es el esperado, tampoco podemos jugar con nuestra gente, pero es lo que nos ha tocado y esperamos poder hacer una buena segunda vuelta, disfrutar e intentar mantenernos”, añade.