El Frigoríficos del Morrazo pasó con nota el primero de sus exámenes del mes de febrero y se impuso por 31-28 al Atlético Valladolid en el inicio de la segunda vuelta de la Liga Sacyr Asobal. Defensa, solidaridad en el repliegue, carácter y dos jugadores en estado de gracia como David Iglesias y Santi López fueron los ingredientes que permiten a los cangueses arrancar con buen pie el camino a la permanencia y rearmarse anímicamente para las duras semanas que se le avecinan.

El cuadro que dirige Nacho Moyano firmó 20 minutos excelsos en los que brilló prácticamente en todas las facetas del juego. Su defensa maniató a un Valladolid que careció de ideas, recuperó balones y supo correr con criterio, completó un gran balance defensivo y en ataque se encomendó a un descomunal David Iglesias, al que la vuelta al pabellón en donde se formó le sentó de maravilla. Tan solo las dos exclusiones a Quintas pusieron un mínimo borrón a la puesta en escena soñada por todos menos por un Atlético Valladolid que la sufrió.

Y es que el conjunto castellano puso el 0-1 y el 1-2 y a partir de ahí ya solo vio la popa del barco cangués surcando hacia la victoria. En apenas 6 minutos los locales ya dominaban por 5-2 y obligaban a David Pisonero a cambiar de sistema defensivo para ponerse en 5.1. La sangría continuaba y el técnico visitante tenía que pedir tiempo muerto (8-5, minuto 12). David Iglesias martilleaba la meta visitante de todas las maneras posibles y sumaba cinco tantos sin fallo. Un par de recuperaciones y el Cangas ampliaba la renta (10-6, minuto 15) justo antes de dos exclusiones casi consecutivas de Quintas. Nada cambió hasta el minuto 24 (12-8). Ahí se apagó el cuadro local. El Atlético Valladolid se aplicó en defensa y su 5.1 presionante ahogó a los locales, sin ideas, que además sufrían la exclusión de Brais. En seis minutos parcial de 0-5 y todo el trabajo anterior se iba por la borda (12-13 al descanso).

El paso por vestuarios reactivó a un Cangas que salió con idéntica ambición y pasó por encima de los vallisoletanos con un parcial de 9-3 que le otorgaba su máxima renta y obligada a Pisonero a pedir tiempo (21-16, minuto 42). Muratovic tomaba el relevo de Rubén –buen partido del canterano– y ponía la pausa, David Iglesias el lanzamiento y Santi López, excelente en defensa, era un auténtico cuchillo para colarse entre 1 y 2 (extremo y lateral) en la defensa visitante.

Pisonero se la jugó con un Diego Camino por el que no pasan los años. El veteranísimo central dio vida a los suyos, marcó el ritmo de juego y explotó a Ugarte en los seis metros. Moyano reaccionó (23-20, minuto 47) y el Cangas sobrevivió en ataque, porque su defensa sufría ante la inteligencia y calidad de pase del director de juego vallisoletano. Las diferencias se movían entre los dos y tres goles y Pisonero hacía una última intentona (26-23, minuto 53, con nuevo tiempo muerto).

Quintas veía su tercera exclusión –criterio desigual el mostrado ayer por la pareja arbitral– pero el Frigoríficos no estaba dispuesto a ceder terreno. Atacaba con pausa ante un Valladolid que buscaba la rapidez. No hubo opción a más y el Frigoríficos suma dos puntos vitales que lo sitúan en la dirección correcta, la de la permanencia.