No pudo el Pontevedra volver a la senda del triunfo en su visita al Reina Sofía, donde cayó por la mínima ante el líder del grupo, Unionistas de Salamanca. Los granates, que tuvieron ocasiones sobradas para haber conseguido, al menos, el empate, se toparon con la falta de puntería de sus delanteros y el gran acierto de Serna. La expulsión de Xisco Campos, en el minuto 80, fue la gota que colmó el vaso y dejó a los visitantes sin opciones de remontada ante un rival muy sólido en defensa.

Los primeros minutos fueron de tanteo en los que ninguno de los dos equipos logró llegar con peligro a la meta rival.

Comenzó el encuentro con dos equipos timoratos, que dedicaron los primeros minutos a tantear al rival, sin que hubiese llegadas a las áreas. El ritmo de partido era lento, y no empezó a cobrar intensidad hasta pasado el primer cuarto de hora de juego. Poco a poco, se desperezaban los equipos, y el primero en intentar estirar líneas fue el Pontevedra, que avisaba de sus intenciones en el minuto 18, cuando los locales, en un mal pase, pierden el balón en el centro del campo y los gallegos montan una contra rápida que culmina Álex González con un disparo desde la frontal del área que obligó al meta local a lucirse para salvar el gol de los visitantes.

El equipo de Jesús Ramos tenía más posesión de balón que Unionistas, pero aunque movía bien el balón en la parcela ancha, apenas conseguía llegar al área del equipo charro, muy bien plantado sobre el terreno de juego. El dominio infructuoso del Pontevedra se fue diluyendo con el paso de los minutos y en la recta final de la primera mitad fue Unionistas el que estiró líneas y se lanzó en busca del gol. Llegaba así la primera ocasión clara de los locales en el minuto 34, en un remate de Manu Viana a la salida de un córner, pero su disparo desde la frontal del área se marchó rozando el larguero de la portería defendida por Mario.

Se crecían los salmantinos, que apenas tres minutos mas tarde de esa primera ocasión estaban de nuevo a punto de marcar, otra vez tras un saque de esquina que ahora remataba Acosta de cabeza, pero una vez mas Mario, en una gran intervención, salvaba a los pontevedreses.

El conjunto de Ramos parecía haberse desconectado del partido y ahora el dominio era incontestable de los locales, que buscaban el gol con ahínco. Presionaba Unionistas y en el minuto 41 Jon Rojo ponía un centro al área buscando a Acosta. Pero el balón tocaba en la mano de Xisco Campos y el colegiado no dudaba a la hora de señalar penalti. La pena máxima la ejecutaba Aythami, que no perdonaba y adelantaba a Unionistas en el marcador.

De ahí al descanso el partido volvió a dormirse. El equipo local dio un paso atrás buscando mantener su puerta a cero, y Pontevedra, por su parte, trató de irse arriba, pero apenas tuvo opciones ni ideas para sacudirse la presión defensiva de los locales y al descanso se llegaba con el 1-0 en el luminoso.

Tras el descanso locales y visitantes saltaron al terreno de juego con más reservas de las esperadas. Poco juego y menos ocasiones marcaron el inicio de la segunda mitad entre un Unionistas que optaba por defender el 1-0 y un Pontevedra que no acababa de encontrar la manera de hacerse con el balón y, mucho menos, de inquietar el área defendida por Serna. Poco a poco, sin embargo, trató de estirar líneas el equipo granate, aunque fue Unionistas de Salamanca el que dispuso de la primera ocasión clara en un contragolpe que dejó a Diego Hernández solo delante de Mario, pero no definió bien el jugador local y el balón se marchó alto.

La primera oportunidad del Pontevedra en esta segunda mitad no llegó hasta el minuto 65, en un disparo de Jorge Fernández que obligó a lucirse a Serna para evitar el empate.

El Pontevedra se hizo con el control del partido y puso todo su empeño en buscar el empate. Pudo conseguirlo Oier Calvillo en el 73 pero su remate, completamente solo en el área pequeña, se estrelló en el larguero. En el 79 era Serna el que evitaba de nuevo el gol de los visitantes, esta vez en un remate a bocajarro de Charles.

Pero cuando mas volcado estaba el Pontevedra y mas peligro generaba, Xisco Campos veía la cartulina roja por una dura entrada sobre Nespral en el medio del campo. Quedaban 10 minutos de partido y aunque Pontevedra lo intentó, lo cierto es que en inferioridad numérica poco pudo hacer ya ante un rival que se cerró atrás y se dedicó a interrumpir el juego y perder tiempo hasta el pitido final.