El Pontevedra cayó ayer en picado en un encuentro decisivo para esta segunda vuelta ante un rival directo como es el Racing de Ferrol. La derrota forma parte del juego, pero el problema del Pontevedra fue la falta de ideas, su dificultad para crear peligro y cómo aún teniendo superioridad numérica desde el minuto 47 los de Ramos no fueron capaces si quiera de colar el empate.

El comienzo presagiaba cómo iba a ser el resto del encuentro. El Pontevedra salió al campo desenchufado y falto de ideas. En solo dos minutos el Racing encontraba su primera oportunidad de gol de la mano de Elsinho que rebotaba en Mario y frenaba más tarde la zaga granate. El juego discurría en el área granate y al conjunto de Ramos le estaba costando definir el ataque. Mientras, el Racing presionaba, pero los intentos de gol o bien eran despejados por la defensa granate o se iban por encima de la red. Un cuarto de hora de partido y ninguna oportunidad clara de gol para los granates.

Poco después llegaría un tiro de Álex a portería que se iba por el lateral derecho y una amarilla para Rufo que ponía en tensión al Pontevedra. Al madrileño le faltaba Charles y se notaba. Jorge no llegaba a todo como quisiera y no estaban generando apenas peligro. Entre tanto cuando los granates intentaban remontar llegó el gol ferrolano. En el minuto 28 una falta fue la ocasión que aprovecharon los de Larraz para meterse el encuentro en el bolsillo. David golpeó por accidente el balón con la cara y en ese error Joselu encontró el disparo perfecto para colársela a Mario. 1-0. El Racing se hacia más grande que nunca mientras los granates caían en picado.

La tensión del encuentro era máxima. Los de Larraz estaban en su mejor momento mientras Ramos casi encaja el segundo casi diez minutos después. Un tiro de Joselu en un pase de David Rodríguez era invalidado por un fuera de juego dudoso muy protestado por el público. Suerte para los de Ramos que no supieron aprovechar. Con un Racing demasiado cómodo y un Pontevedra necesitado de cambiar el planteamiento llegaba el descanso.

El comienzo de la segunda parte sonreía a los granates. En el minuto 47 Álex López era expulsado tras recibir la segunda amarilla en una falta a Santi. Con uno menos en las filas ferrolanas, el Pontevedra jugaría toda la segunda mitad con ventaja. De poco o nada le sirvió. Los de Ramos iban en caída libre hacia el precipicio, cuesta abajo y sin frenos. El Pontevedra trataba de llegar a portería y Álex se dio de bruces por lograr el empate, pero con uno menos el Racing seguía siendo superior. No es que los granates no tuvieran posesión, pero no eran capaces de definir y les faltaba profundidad.

Entonces Rufo caía al suelo con molestias en la clavícula tras un choque con Jon García que e haría pedir minutos después el cambio por el dolor. Ramos lo intentó todo, pero nada salía y en un momento de desesperación hasta colocó a Xisco de 9. En el minuto 84 llegó la oportunidad más clara para los granates. Un chut de centro de Álex se iba por milímetros por arriba de la portería y con él la esperanza de empatar. En el tiempo añadido pudo llegar otro gol ferrolano en un tiro de Dani Nieto que finalmente no fue.

Así, con una imagen desoladora el Pontevedra encaja su segunda derrota que los coloca, con un partido menos, en la sexta plaza al borde de la permanencia. Algo que un bloque con tantas aspiraciones no se puede permitir en una competición tan corta.