El Poio Pescamar no pudo finalmente traerse la Copa, pero murió luchando por un sueño que por muy poco no se hizo realidad. Las jugadoras pontevedresas se dejaron el alma en cada jugada y no hay nada que achacarles en una derrota que se decidió por detalles.

En un partido muy igualado, el único gol del partido lo lograron las lucenses en forma de doble penalti desde los 10 metros tras la penalización en la primera mitad al cometer cinco faltas.

El Pescados Rubén Burela de Lugo era el gran favorito para conquistar la que en definitiva fue su tercera Copa de la Reina. No en vano es el cuarto título en una excelente temporada 2019-20, después de ganar la Copa de Naciones, la Supercopa y la Liga.

Los integrantes del Poio Pescamar posan antes del inicio del partido, en una foto para la historia. | // EFE

Era para el equipo rojillo, que ayer vistió de blanco y verde, una tarea sumamente complicada, sin embargo salieron a la pista sin complejos y desde el primer momento fueron a por el triunfo que le diera la gloria ante un rival acostumbrado a jugar finales y a ganarlas.

El Pescados Rubén Burela llevó la iniciativa en los primeros minutos del partido y así a los 10 segundos gozó de la primera ocasión para marcar con un lanzamiento de Bea Mateos que salvó a la perfección la meta Caridad, un seguro bajo los palos.

La meta del Poio Pescamar empezó a tener trabajo y lo solventó a la perfección, mientras que sus compañeras buscaron sorprender a su rival al contraataque.

Pero conforme avanzaban los minutos, el equipo de Manu Cossío se fue metiendo en el partido y llegando con más facilidad a la portería rival, creando ocasiones que no pudieron materializar. La primera de ellas en el minuto 8 en un disparo de falta de Clara que obtuvo acertada respuesta de la brasileña Jozi de Oliveira bajo el marco lucense.

Fue en este tramo de partido cuando las de Poio dominaron a su rival con disparos a puerta sin lograr perforar la portería de Jozi.

Las lucenses en estas alternativas en el juego de ataque perdieron un balón que Julia Dupuy logró llevarse en solitario hacia la meta lucense y cuando se cantaba el gol en las filas del Poio Pescamar, una gran mano de la meta del Burela evitó un tanto que pudo cambiar el signo del partido.

A partir de ahí, el Burela acentuó su dominio y las pontevedresas se cargaron pronto con las cinco faltas, por lo que fueron llegaron los lanzamientos libres. En el primero Elena Aragón lanzó al larguero, mientras que en el segundo, en el minuto 16, batió a Caridad por debajo de las piernas. Nada que achacarle, ya que su partido fue extraordinario, con paradas que desesperaron a sus rivales. De hecho, la guardameta internacional del Poio fue nombrada mejor jugadora del partido.

Ese gol sembró de dudas al equipo pontevedrés y de ahí al final de la primera mitad, las integrantes del Burela buscaron aumentar la diferencia de goles y dejar zanjado el partido antes del descanso.

A falta de un minuto, otra vez más Elena Aragón dispuso de otro intento de los diez metros, pero su tiro salió fuera por poco.

El equipo conservero clamaba entonces por irse con ese resultado a los vestuarios, mientras sus rivales presionaban en busca de un nuevo gol que le diera la tranquilidad.

Segunta mitad

El paso por los vestuarios sirvió a las de Cossío para cargar pilas y regresar a la pista con la confianza necesaria para darle la vuelta al partido. Así, en el segundo periodo, el Poio Pescamar tuvo una salida fulgurante y Miriam estuvo a punto de empatar con una volea que salvó con seguridad la meta Jozi Oliveira.

Presionó arriba el equipo poiense, pero el Pescados Rubén Burela, a la contra, tuvo el 0-2 con una llegada clara de Leticia Cortes que interceptó Caridad.

Con el paso de los minutos, ambos equipos guardaban más su portería que acechaban la del rival, el Poio porque quería seguir vivo y para eso intentaba evitar el segundo tanto en contra, mientras que las lucenses guardaban como oro en paño el gol que les daba la victoria.

El Poio buscaba una ocasión que le llevara a la prórroga y la tuvo en las botas de Ana Rivera a falta de cinco minutos en un disparo de Luci al segundo palo que la goleadora de la semifinal no logró golpear con acierto con Yozi ya batida.

Ya en la recta final, el Poio Pescamar se fue al ataque y otra vez Luci puso en peligro a las lucenses con un tiro raso en una acción personal.

Su técnico, Manuel López Cossío, recurrió a Irene como portero-jugadora y el Poio Pescamar encerró al Burela, aunque no pudo forzar el empate y al final el título se fue para Lugo para poner un brillante final a la pasada campaña que se ha prolongado a esta temporada a causa de la pandemia.

El Poio Pescamar no se trae el triunfo de Málaga, pero sin duda sigue creando afición, tras dos partidos en los que jugó de forma extraordinaria, con ambición y con una fe que a buen seguro le llevará más pronto que tarde a los éxitos deportivos. Su afición y Poio entero pueden estar orgullosos de este equipo.