El partido del Pontevedra ante el Salamanca del pasado domingo fue una demostración perfecta de la complicidad entre Charles y Rufo y cómo ambos granates forman la dupla perfecta. Charles marcó de penalti el primer gol as la falta a Rufo y más tarde le devolvió el favor a este con un pase dejado a la perfección que Rufo colaba en la portería. Fue el primer gol para Rufo y primer partido en que ambos suman un tanto.

“Tenía ganas, tarde o temprano iba a llegar”, confiesa Rufo sobre su primer gol de la campaña. “Los delanteros siempre tenemos esa alianza con el gol y al final estás deseando tenerlo, ayudar al equipo, pero viendo que íbamos tan bien no era tan frustrante, eso te ayuda a llevar este momento de sequía”. Para Charles este fue el segundo tanto desde que vuelve a vestir la elástica granate. Aunque confiesa que “uno siempre trabaja para marcar”, no le preocupaba ya que los resultados estaban siendo buenos: “Firmaría por no meter y que el equipo esté primero”, sentencia.

Este bonito gesto entre los delanteros tiene mucho que ver con el espíritu del club, “Por eso somos un equipo”, resume Charles que se muestra muy feliz porque Rufo pudiera marcar al fin. Por su parte el madrileño se deshace en palabras para su compañero. “Para mí es un privilegio jugar con él tantos minutos, un jugador con su carrera y con todo lo que ha hecho por este club, estoy súper contento, más porque ayer -por el domingo- pudiéramos marcar los dos”.

Admiración

“En esta pareja no hay rivalidades, y se nota. “Los delanteros buscamos gol, pero ninguno tenemos el egoísmo de querer meter más. Lo mejor es que el Pontevedra sume tres puntos, con eso estamos contentos y ayudándonos entre nosotros haremos una temporada mucho mejor”, apunta Rufo.

Ambos admiran el trabajo del otro. Rufo, señala que Charles lo tiene todo. “Es muy completo, tiene mucho gol, mucha capacidad de asociarse con los compañeros y poder hacer de segundo punta y esa lucha que se ha perdido en los delanteros y que yo también tengo. Desde el primer momento nos hemos combinado muy bien, es muy humilde, hace equipo, aún bajando de Primera División parece uno más y eso ayuda mucho”, concluye. Por su parte Charles subraya el esfuerzo de Rufo. “Es un delantero que trabaja mucho, tiene mucho gol y ayuda mucho al equipo. Pelea y no da un balón por perdido.”

Pese a a que no están teniendo mucha suerte de cara al gol, los delanteros están aportando mucho al conjunto, algo que Ramos ha destacado en varias ocasiones.

“Un delantero tiene que hacer muchas más cosas a parte de meter gol. Charles y yo lo tenemos, somos muy trabajadores, luchadores, si ayudamos con goles mejor, pero el día que no haya goles, por lo menos que el equipo pueda beneficiarse de nuestro trabajo”, recuerda Rufo. “Somos dos delanteros de mucho trabajo, los goles no estaban apareciendo y ojalá de aquí en adelante los metamos. No lo estábamos haciendo hasta ahora, pero el equipo estaba ganando”, añade el brasileño.

Gracias a este trabajo el Pontevedra llega a la sexta jornada líder del subgrupo 1A e invicto. Aunque no quieren darle gran importancia, ambos reconocen que da confianza al equipo. “Esto es Segunda B, hay que pelear hasta el final y peleando el triunfo siempre llega”, recuerda Charles que destaca que “los equipos se ponen muy atrás cuando vienen a jugar a Pasarón y es muy complicado meter goles”.

El pichichi de la pasada temporada recuerda que “a liga este año es más corta y hemos empezado muy bien, que era el primer objetivo porque es importante sumar cuanto antes, no hay margen de error, pero comenzar así ayuda”, reconoce.

El aliento del público

Pese a los buenos resultados y la felicidad que derrochan, ambos tienen la pena de que, por las circunstancias actuales, no pueden acudir más aficionados a Pasarón, donde el pasado domingo asistieron 150 personas. “Se nota mucho, tenemos una afición muy importante que anima bastante, pero es lo que hay. Los que vienen se dejan el alma gritando y se agradece”, explica Charles. Rufo, coincide: “Había solo 150 personas y en el momento en que aplauden o gritan ya te dan un plus de energía, a puerta cerrada no tienes ningún aliciente. Por eso estamos deseando que llegue el momento en que pueda venir todo el mundo”.

Con todo ambos se van adaptando a este nuevo curso. Charles, al cambio de categoría, de Primera, a Segunda B. “Es otra realidad, pero tenemos la suerte de tener grandísimos equipos en nuestro grupo y de jugar en campos bonitos”.

Mientras Rufo continúa adaptándose a la ciudad, muy contento, ya con su familia residiendo en Pontevedra. “No hemos podido disfrutar mucho la ciudad, pero nos gusta mucho y estamos muy contentos, incluso adelantamos el venirnos en verano para disfrutar un poco de las playas”.