Tras el encuentro el entrenador del Salamanca admitió estar “intentando controlar al Pontevedra, pero al quedarnos con diez fue ya muy difícil. El Pontevedra juega bien y se nos escapó al final. Estamos cometiendo errores individualmente que nos están penalizando mucho. En el fútbol se paga cuando no estás concentrado. Es una pena, creíamos en el empate”, comentó.

El entrenador insistió en esta desventaja: “Quedarte con 10 ante el Pontevedra que tiene un juego de ataque interesante... Pues en cualquier momento se podría abrir el marcador. Barbero estuvo muy atento, salvó pelotas muy difíciles. Pasaba el tiempo, no llega el gol y uno va cogiendo confianza con sumar”. Finalmente admitió: “No tuvimos mucha opción de pelota” y confesó estar muy preocupado por los últimos resultados del equipo.