A un día de disputar el partido contra el Helvetia Anaitasuna, saltaba la noticia de la detección de seis positivos por Covid-19 entre la plantilla del Benidorm, último rival del conjunto navarro. Al conocer esta situación, el miedo y la intranquilidad se extendió en el vestuario del Dicsa Modular Cisne, puesto que en apenas unas horas debían disputar el encuentro contra el Anaitasuna en Pamplona.

Fue entonces cuando desde la directiva se planteó a los jugadores pontevedreses la posibilidad de no disputar el partido ante la preocupación existente. Y aunque inicialmente, "todos" mostraron dudas al respecto, finalmente sería el central David Chapela el que se mantendría firme en su decisión de no salir a pista.

"Estábamos todos preocupados y se le transmitió esa preocupación al club. Ellos contactaron con el Anaitasuna y la conclusión fue que el partido tenía que jugarse, así que lo dejaron en nuestras manos", explicó David Chapela, quien también comentó que desde la directiva se trasladó a los jugadores que "entendían que si no queríamos jugar, era una decisión personal y totalmente comprensible".

El central del conjunto pontevedrés indicó que "aunque había más compañeros preocupados, por mi situación personal, yo decidí no jugar. Supongo que tuve más miedo que el resto".

En este sentido, el jugador cineísta señaló que no tuvo "ningún inconveniente", ya que fue el propio club el que dio la posibilidad a sus jugadores de elegir libremente si querían disputar o no el encuentro con el Anaitasuna.

Posteriormente, el cuadro pontevedrés mantuvo una reunión en la que se realizó la puesta en común y en la que David Chapela expuso sus argumentos: "Simplemente valoré mi situación personal y las posibilidades y, sinceramente, en caso de no jugar, tal y como sucedió, y que no pasara nada, me iba a quedar fastidiado, tal y como estoy; pero si juego y hay algún positivo por Covid, se me iba a caer el mundo encima por mi trabajo, mi pareja, etc. Así que expuse mis razones y lo entendió todo el mundo".