El Cisne pagó la factura de su falta de experiencia y nerviosismo en su debut en casa ante el Puerto Sagunto. Los primeros minutos de juego lo pusieron de manifiesto con un 0-4 que hacía presagiar un descalabro. Sin embargo, el equipo tuvo arrestos y juego para dominar a su rival en la primera mitad hasta llegar al descanso con tres goles de ventaja, lo que da confianza de cara a lo que se avecina en la temporada.

Tanto el entrenador Jabato como los jugadores Villamarín y Ramos lo tenían claro al final del partido: "Nos faltó la veteranía que sí tuvo el rival". El guardameta fue rotundo al manifestar que "son gente con mucha experiencia, que llevan muchos años jugando en Asobal, y han sabido controlar cada momento del partido".

La experiencia se gana a base de partidos y en eso está el conjunto blanco. Si algo hay que destacar del equipo es su lucha hasta el final, de hecho tuvo opciones de empatar el partido en la última jugada donde los colegiados le escamotearon un lanzamiento desde los 7 metros en un agarrón a Alvaro Preciado.

Jacobo destacó al término del partido que la principal causa de la derrota fue la gran cantidad de pérdidas de balón que tuvo su equipo. Los nervios del debút en casa, y esa ansiedad por lograr la segunda victoria consecutiva pudieron ser los causantes de esos fallos.

Tanto Ramos como Villamarín afirmaron al abandonar el pabellón "tristes y jodidos" que "merecimos al menos un punto", si bien son conscientes de que las pérdidas de balón les llevaron a la derrota.

Para Jacobo "nos faltó un poco de peso para poder irnos de una defensa como la suya. Tuvimos situaciones que las podemos trabajar, pero cuando no estás acertado, fallas algún lanzamiento, dejas de ir de verdad a portería y te empiezan a robar balones, el partido entonces se pone cuesta arriba". Subrayó el técnico que "ellos iban a su ritmo hasta que han dado la vuelta al marcador y han seguido jugando con la veteranía que nosotros no tuvimos cuando fuimos por delante".

Afirma Jabato que "quizá hubo algo de confianza en sus jugadores tras la victoria en Cangas, y achaca a este exceso de confianza lo mal que el equipo entró en la pista al encajar cuatro goles y tener que empezar el partido remontando.

Lo que sí destacan Villamarín y Ramos es la lucha del equipo y como han sabido recuperarse de ese mal inicio y llegar a los primeros minutos de la segunda mitad con una clara ventaja, si bien en los últimos minutos todo el esfuerzo se fue al traste.

Todos, técnico y jugadores, coinciden en que ha sido un partido para aprender de los errores y para que no se vuelvan a repetir.