Con el propósito de determinar qué actuaciones será preciso acometer para poder retomar, con mayor seguridad, los entrenamientos y competiciones deportivas tras el parón obligado por la crisis sanitaria del Covid-19, la Secretaría Xeral para o Deporte de la Xunta de Galicia reunió un grupo de expertos, del que forma parte el catedrático de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte, Carlos Lago.

Su cometido fue elaborar un plan de contingencias que reuniera una serie de orientaciones y recomendaciones "sobre cómo debe ser la vuelta de los distintos deportes, asumiendo un escenario en el que quizás haya que convivir durante cierto tiempo con el coronavirus", partiendo además del hecho de que "no hay demasiada información sobre cómo adaptar los deportes para minimizar o reducir el riesgo de contagio", destaca Lago.

"Realizamos un pequeño análisis de lo que pasó en países donde acontecieron cosas muy graves, como guerras, terremotos o epidemias, y, a corto plazo, después de este tipo de eventos, se redujo enormemente la práctica deportiva", apunta este experto, que pone de relieve la importancia, en términos de salud pública, de tratar de evitar un descenso en la práctica de actividad física.

Lago es el único representante de la UVigo en un grupo conformado por expertos de las tres universidades gallegas y de la Secretaria Xeneral para o Deporte y sus aportaciones se centraron en la definición de una serie de "orientaciones y adaptaciones" que permitan adecuar los deportes colectivos la este nuevo escenario.

Este plan de contingencias será trasladado a las diferentes federaciones con el propósito de que sirva "como una guía para orientar la vuelta al entrenamiento y a la competición en los distintos deportes". De ahí que reúna tanto recomendaciones de cara a la organización de las sesiones de entrenamiento como propuestas de cambios en las competiciones, que implicarían modificaciones en los reglamentos y que fueron formuladas con el objetivo de que "alteraran lo menos posible la lógica interna del juego", al tiempo que tratan de "eliminar aquellas situaciones en las que el riesgo de contagio puede ser mayor".

La Xunta publicó ayer el primer número de las Guías DXT Galego Volvendo con sentidiño, que fue remitido a todos clubes y federaciones deportivas, además de estar disponible en la web de la Secretaría Xeneral para o Deporte. Esta primera guía reúne una serie de recomendaciones para la aceleración de la reactivación y readaptación técnica/táctica del deportista y tras ella llegarán las guías para el entrenamiento en deportes de equipo y para el entrenamiento en deportes de lucha y combate, que también se harán públicas esta semana. Ya la próxima semana, el proyecto coordinado por el investigador de la Universidad de A Coruña, Rafael Martín Acero se completará con la publicación de las guías para la vuelta a la competición en deportes de equipo y en deportes de lucha y combate.

Juego y contacto

Reducir ese riesgo de contagio "es relativamente fácil", señala Lago, "en el deporte profesional de muy alto nivel", donde pueden realizarse pruebas PCR a los deportistas "de manera habitual", pero esto es "inviable" en el caso del deporte amateur, de formación y escolar, en el que ponen el foco esta guía.

Las pautas y recomendaciones que reúne se articulan en torno "la dos aspectos clave a tener en cuenta para reducir la probabilidad de contagio", el espacio de juego, "el número de metros cuadrados que tiene cada jugador en una tarea o en un partido"; y el tiempo de duración de las actividades, ya que siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial para la Salud, "el más recomendable es que no haya tareas con una duración de más de 15 minutos".

Así, se proponen orientaciones respeto "de cual debería ser el espacio de las tareas y el número de jugadores" que participan en estas, y también respeto de la duración de los ejercicios, siendo la ideal la inferior a cinco minutos. A través de estos criterios, dirigidos a "intentar reducir el tiempo en lo que estás en contacto o muy cerca de otro jugador" explica Lago, se puede "definir el valor de riesgo de cada tarea que hace el entrenador", de tal manera que, aunque puedan producirse contagios, "al reducir la exposición, la probabilidad disminuye enormemente".

Cambios

Este comité articuló su trabajo en tres grupos, uno centrado en los deportes individuales, otro en los de combate y un tercero en los de equipo, en el que el investigador de la UVigo centró su labor. "Se buscaron familias de deportes que compartieran una lógica de juego", señala el catedrático, que explica que, en el caso de los deportes colectivos, trató de proponer "alternativas para reducir la participación de los jugadores con posiciones más estáticas, como los pivotes en baloncesto, las boyas en el wáterpolo o los delanteros en el fútbol, apostando por otros sistemas de juego".