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baloncesto - LEB Oro

"La realidad del club no es de LEB Oro ni de LEB Plata"

Andrés Otero aclara que el Peixe Galego jugará donde económicamente pueda

Encuentro entre el Peixe Galego y el Cáceres. // Dantos Álvarez

La decisión de que no haya descensos en las ligas por parte de la Federación Española de Baloncesto es clara, pero eso no significa que todos los equipos puedan mantenerse en la categoría la próxima temporada. Jugar en LEB Oro conlleva un gran coste económico, solo los arbitrajes rondan los 40.000 euros, y el Marín Peixe Galego no las tiene aún todas consigo. "Deportivamente estamos en LEB Oro y hay que comenzar a planificar la temporada para ver si donde se jugará", adelanta desde el club Andrés Otero.

Cabe recordar que el club ya hizo un gran esfuerzo la pasada temporada para poder competir en LEB Oro, un ascenso que había conquistado deportivamente, pero que era muy complicado a nivel económico. Por ello son cautos. "El equipo jugará donde pueda, tenemos el presupuesto que tenemos y el club no es de LEB Oro. Estamos ahí porque deportivamente ascendimos y lo conseguimos, pero somos conscientes de que la realidad del club no es de LEB Oro ni LEB Plata y jugaremos donde podamos jugar", sentencia. En este sentido desde el club son claros y señalan que no van a hipotecarse ni arriesgar su futuro: "Somos un club de base".

"Tenemos cantidades importantes de subvenciones pendientes de cobrar y para un club como el nuestro, que es modesto es importantísimo", señala Otero que afirma que la temporada que viene será difícil para todos los equipos. "Tendremos que recabar ayudas económicas, patrocinadores, teniendo en cuenta que va a ser un año complicado para todos y ya lo dijimos en las reuniones de Federación y clubes, a lo mejor no todos los equipos la próxima temporada, porque si hay una crisis económica como la que se prevé lo más perjudicado va a ser el deporte".

En este sentido recuerdan que no se tiene una certeza sobre cuándo se va a poder jugar con público. "Esos son unos ingresos de abonados con los que no se podría contar. El deporte es para que la gente lo vea, hay que respetar a las autoridades sanitarias, pero jugar a puerta cerrada es un palo para todo el mundo porque los clubes se deben a los aficionados", sentencian.

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