Falta que la Comisión Delegada de la Federación Española de Balonmano lo confirme, pero en el Cisne ya se preparan para su ascenso a Asobal. "No queremos celebrarlo de momento", admite entre risas Santi Picallo, presidente del club pontevedrés, pero admite que ya comienza a creérselo. Un ascenso que conlleva grandes esfuerzos para un club modesto, pero que lleva ya meses haciendo cuentas. "Desde que supimos que podía haber esta posibilidad empezamos a estudiar cómo hacer todos los esfuerzos que requiere el ascenso", comenta Picallo que cuenta que desde la Liga Asobal se manda un documento con la información de las condiciones de ascenso a los cinco primeros clasificados cuando ya quedan pocos meses de competición. "Empezamos a poner cosas sobre el papel, pero luego habrá que confirmarlo con todos los patrocinadores para valorar todo", adelanta Picallo.

Lo que sí tiene claro el presidente es cómo quiere jugar. "Vamos a intentar mantener a toda la plantilla y quizás incorporar algún fichaje, pero siempre joven y si puede ser gallego", afirma, orgulloso de tener jugadores locales. "Lo más alucinante es lograr este esfuerzo con una plantilla como la nuestra. Creo que debemos ser el tercer o cuarto club con presupuesto más bajo de la categoría, con tantos jugadores de la ciudad y de la comunidad, es algo muy especial. Creo que es la primera vez que ocurre algo así desde que es Liga Asobal hace ya 25 años, que hay un equipo con diez jugadores de la ciudad. Esa es nuestra política de club y queremos mantenerla", afirma el presidente que no olvida a la base del club.

Profesionalización

Gran parte de esos jugadores locales van a pasar a ser profesionales, porque así lo exige Asobal. El ascenso implica que el club tendrá que realizar contrato a siete jugadores a tiempo completo y a cinco a tiempo parcial. "Vamos a pedirles un esfuerzo que va a tener una retribución. Tienen que dar un paso adelante, sabiendo que esto va a ser exigente, porque es jugar a su deporte en su máxima división. Aún con todo el presidente no quiere agobiar en exceso a los jugadores, ya que recalca que todo apunta a que al no haber descensos esta temporada, la próxima contará con cuatro descensos y sabe que no será fácil mantenerse en la categoría. Cabe recordar que a día de hoy en el club solo tienen contrato profesional el equipo técnico, pero ningún jugador cuenta con él.

Esto implica que el club tendrá que duplicar su presupuesto actual, de unos 225.000 euros, que deberá alcanzar los 420.000 euros, según calculan. Esto pasa por abonar la cuota de Asobal, de 60.000 euros, que se es devuelta al club en caso de que descienda. "Calculamos que necesitamos unos 200.000 euros más que este año, porque es un incremento de viajes, plantilla y arbitraje, nóminas y pago de Seguridad Social además de la cuota", estipula Picallo.

Además de todo esto el equipo deberá jugar en el Municipal, en lugar de en el CGTD.

Jabato ha hecho un milagro

El presidente el club cineísta alaba el trabajo del entrenador y reconoce que "Jabato ha hecho un milagro con la categoría", mejorando al equipo año tras año. Picallo asume que empezaron a creer en la posibilidad de ascender al acabar la primera vuelta, cuando solo llevaban un partido perdido. "Aún sabiendo que íbamos a estar ajustados y que la competición es bastante igualada, ahí empiezas a pensar que hay opciones, con el arranque de la segunda vuelta todo indicaba que la cosa iba bien, a pesar de los problemas que teníamos como la baja de Chapela, que ha sido muy importante. Aún así el equipo aguantó el tirón y vimos que podíamos aguantar hasta el final, aunque teníamos la duda de todos los años.... Al final somos un equipo que entrena cuatro días a la semana en vez de cinco, que lo hace en horario de noche y no hace entrenamientos de mañana y siempre caíamos en la segunda vuelta", recuerda.

Aún así reconoce que es una liga muy larga con equipo profesionales: "A pesar de ello vimos que el equipo tenía un componente anímico de ir primeros, que podía suplir esa falta que teníamos otros años cuando no rendíamos fuera de casa. Este año sí teníamos esa confianza. Está claro que eso ha sido clave", asume.

"Sé que vamos a tardar en recuperarnos"

La temporada se ha dado por terminada, pero los jugadores continúan trabajando para no perder la forma física. Picallo recuerda que cada jugador tiene su trabajo individualizado que se continúa manteniendo desde casa. "intentamos no perder el estado físico, porque sino sería muy difícil", acuña. "Yo soy un poco pesimista y sé que vamos a tardar en recuperarnos, va a ser una pretemporada atípica, no sabemos cuándo podremos entrenar". Además Picallo se preocupa por la posibilidad de jugar a puerta cerrada, ya que la taquilla y abonados es una parte clave de la economía del club.