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fútbol sala - Primera División

De entrenador a sanitario

El segundo técnico del Poio Pescamar, Carlos Santamaría, trabaja ahora en un centro hospitalario de Madrid

Santamaría en el hospital donde trabaja. // FdV

Son algo más de las 22.00 horas, cuando Carlos Santamaría cuenta al otro lado del teléfono cómo han cambiado las cosas en un par de días. El segundo entrenador del Poio Pescamar, al frente del banquillo desde que se fuera Raúl Jiménez, sale de su segundo turno desde que se incorporó como celador al Hospital de Fuenlabrada, en Madrid.

"Estoy bien, te podría decir otra cosa pero llevo un par de días trabajando y hasta ahora lo que he hecho son turnos normales de ocho horas, así que con muchas ganas de aportar mi granito de arena", cuenta el técnico.

El jueves Santamaría recibió la llamaron de la bolsa de empleo del Hospital de Fuenlabrada "me preguntaron si me podía incorporar el viernes por la tarde", explica. Inmediatamente lo consultó con el club poiense. "No me pusieron ningún inconveniente, al contrario, me dieron todas las facilidades para resolver el contrato con la única condición de que si se reanuda la liga intentara estar lo máximo posible o, al menos para el play off de la Copa de la Reina", agradece Santamaría. Con todo hablado, el madrileño dejó Pontevedra para ayudar en la zona 0, la ciudad con más casos en España.

Estar fuera de casa es siempre difícil. Consiste en echar mucho de menos y marcar fechas en el calendario. Pero uno nunca quiere volver para poner en peligro a sus seres queridos. Es lo que le ha tocado a Santamaría. Por eso cuando vuelve del hospital cruza el salón sin acercarse a nadie y va directo al baño para ducharse y quitarse toda la ropa que puede estar contaminada. Aunque apenas veía a sus padres desde Navidad confiesa que no les da un beso, y mucho menos un abrazo. Son tiempos difíciles para los reencuentros y mientras piensa en la posibilidad de dormir en otro lugar que no sea la casa de sus padres -"no son muy mayores, pero siempre te preocupas", acuña- agradece tener alguien con quien hablar al salir del turno.

Experiencia

El segundo entrenador del Poio admite que se sorprendió mucho al recibir la llamada para trabajar, ya que tiene poca experiencia como sanitario. Recuerda que la única vez que trabajó como tal fue siendo personal militar. "Siendo soldado del ejército de tierra, durante la época de la gripe A hubo bastantes infectados, y es la única experiencia que tengo como personal sanitario, así que estoy empezando un poco de cero. Me sorprendió que me llamaran porque entiendo que hay gente más antigua que yo, pero la situación es difícil.

El celador está estos días trabajando en urgencias, un área nada sencillo. "Voy a ser sincero, todo lo que se ve en la tele es poco, es muy duro, sobre todo cuando te encuentras con pacientes a los que sabes que le quedan días y sabes que no van a poder sobrellevarlo. Hoy me ha tocado el primer paciente de este tipo y es bastante complejo...", asume Santamaría.

Probablemente lo más triste de esta situación sea ver cómo la gente muere sin la compañía de sus seres queridos. "Es muy importante poder tener a alguien para despedirse y a las plantas no puede acceder nadie que no sea personal sanitario y con todas las medidas de seguridad. Hay que ponerse en la situación y a mí se me cae el alma", resume.

Muchos sanitarios coinciden en que descansar y conciliar el sueño es muy difícil en estos días y el técnico rojillo también lo sufre. "Muchos compañeros me dicen que no te lo puedes llevar a casa, pero es difícil. Llevo poco y no sería justo hablar por el resto de compañeros, pero desde luego no descansas bien, además llegas a casa y los familiares y amigos te preguntan qué tal y te toca recordarlo todo", cuenta.

Santamaría fue ademas militar durante 6 años y admite que está acostumbrado a ver situaciones difíciles. Aun así se muestra encantado de poder ayudar "para que todo el mundo pueda hacer bien su trabajo y que todo esto pase lo antes posible". Como exmilitar recuerda también a quienes trabajan desde las calles para nosotros y reconoce la importante labor

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