La incertidumbre por la situación de emergencia sanitaria global por la pandemia de Covid-19 afecta a toda la sociedad y, cómo no, a los clubes deportivos. Los de Pontevedra se preparan para cualquier escenario futuro, ya que desconocen qué pasará con sus competiciones, si se reanudarán o no, en qué condiciones y, lo más importante, cuánto tiempo se alargará esta situación.

Preocupados por la emergencia sanitaria principalmente y por la salud e integridad de sus deportistas y empleados, en un segundo plano aparece, inevitablemente, la alarma económica. Por una parte, la primera medida que se iba a tomar de competir a puerta cerrada no satisfacía los intereses de casi nadie, ya que muchas de las entidades de la comarca dependen de los ingresos de las taquillas para hacer frente al pago de los arbitrajes. No es el caso de los seis grandes clubes de la comarca de Pontevedra, que recogen en sus presupuestos partidas específicas para estos gastos, pero a cambio van a sufrir las consecuencias de que las competiciones se prolonguen hasta el verano o incluso que se cancelen.

El expresidente de la SD Teucro y miembro de la actual junta gestora Carlos García-Alén comentó que si la temporada se alarga más allá del mes de mayo tendrán que hacer frente a la renovación de los contratos de casi todos los jugadores, tanto del primer equipo de la División de Honor Plata como del filial de Primera Nacional. "Tendremos que hacernos cargo de retribuciones que no están contempladas en ningún presupuesto", apuntó el dirigente.

No es una situación única para la SD Teucro, pues en el caso de que se prolongase la campaña esto también afectaría al Cisne Colegio Los Sauces (líder de la DHP), al Poio Pescamar (División de Honor Femenina de fútbol sala), al Peixe Galego (LEB Oro), al Arxil (Liga Femenina 2) y al propio Pontevedra CF (Segunda División B).

"Será demoledor si se alarga o aplaza la liga", admitió el directivo del Peixe Galego Andrés Otero, que recordó que en la categoría hay clubes con mucho más presupuesto que no acusarían tanto estas situaciones que para los modestos son muy duras. En este sentido, una de sus preocupaciones en el aspecto puramente económico es la crisis que puede venir en el futuro si la situación se alarga, porque repercutirá también en los patrocinadores.

"El impacto va a ser bestial", reconoce Lino Vázquez, del Arxil, que también apunta que cuando se reanude la liga estará inevitablemente alterada. Del club verde han salido, además, las jugadoras americanas Heather Forster y Linnea Rosendal para volver a su país ante el inminente cierre de las fronteras. Esto supone un gasto inesperado en los vuelos de ambas, que se han ido con la idea de volver a Pontevedra cuando se reanude la competición, pero si no fuese así se tendrían que plantear la cancelación de sus contratos.

Vázquez adelantó que hay un movimiento impulsado por 22 de los 28 clubes de la Liga Femenina 2 para que la liga se acabe tal y como está. Por ahora no se va a cancelar, pero no descartan este escenario, con el ascenso de los equipos que actualmente lideran la clasificación y sin descensos de categoría.