Un intento, dos y al tercero fue la vencida. Álex González dejó la maldición del palo en el césped de la ciudad deportiva de Getafe. Y es que el granate lleva varios partidos ejecutando un tiro muy similar que toca en el palo y se va fuera de la red. "La fortuna no había estado de mi parte y los últimos tiros a puerta habían golpeado al palo y resbalado", comenta con humor el cántabro mientras los compañeros bromean con la anécdota. "Fue casualidad que en los últimos partidos tuve dos jugadas similares que golpearon en el mismo palo en situaciones parecidas en los primeros minutos del partido y era un poco maldición que siempre se la enviara fuera, pero ayer ya rompimos la mala racha y el balón entró, que es lo importante", presume contento de que el gol sirviera para ayudar a sumar.

El entrenamiento en el campo de Campañó entre energía positiva y risas fue fiel reflejo del momento en el que se encuentran los granates, que van saliendo poco a poco de la zona peligrosa.

"Hemos sido capaces de sumar siete puntos, que viendo la dinámica en la que veníamos anteriormente es una dosis de moral", adelanta González. Aún con todo el equipo sufrió ayer para mantener la victoria y se debilitó en varios momentos del encuentro. "Es cierto que ayer en cuanto al juego sufrimos más de lo que deberíamos, pero nos quedamos con lo importante, que es el resultado y aprender de los fallos, tenemos que gestionar mejor las ventajas y aprender de ello", reconoce.

"Salimos ayer muy metidos y concienciados de lo que teníamos que hacer, sí que es cierto que a raíz del gol, quizás por el hecho de querer conservar la ventaja, cambió la forma en la que estábamos jugando y ellos se aprovecharon. Tendríamos que haberlo gestionado mejor". Y es que en tras los dos primeros goles, ambos de Rufo, el equipo se embajonó: "Fue la misma tónica, nos volvimos a poner por delante y volvió a pasar lo mismo. Creo que en la segunda parte ajustamos bien, corregimos los errores y fue muy madura, nos logramos poner por delante".

Lo cierto es que ese empate casi llega y de no ser por las acciones de Edu Sousa el Pontevedra no habría sumado tres, tanto que según Jesús Ramos, en las declaraciones de después del partido, ganar fue también cuestión de suerte. "Cuando te estás jugando la vida y vas perdiendo te vuelcas al área y quizás arriesgas más en defensa, pones más gente arriba y al final te arriesgas y tienes que defenderte como puedas y creo que en ese sentido el equipo se defendió bien además de las paradas de mérito de Edu", señala el cántabro.

Ganar a domicilio era la única asignatura pendiente de este Pontevedra 4.0 con Jesús Ramos al frente de nuevo. El equipo solo había hecho una expedición, para jugar contra el Atlético de Madrid B, donde anotó un empate. "Viendo la racha en la que veníamos creo que el empate era un buen resultado. El Getafe B es un equipo que está luchando por no bajar, pero que tiene buenos jugadores y llegaba en una buena dinámica y era muy importante sumar, en ningún momento el equipo se conformó con el empate, peleamos todo".

El equipo de Ramos va noveno en la clasificación con 38 puntos, a siete puntos de play off, a cuatro de la posible permanencia y a cinco del descenso, una situación algo más relajada que la de los últimos partidos, pero que no deja margen del error. Aún así los jugadores no miran más allá del próximo encuentro: "El Celta B viene en una buena dinámica. De los últimos cinco partidos ha ganado cuatro, están en una buena racha con el nuevo entrenador, pero en casa tenemos que ser fuertes y demostrar que somos solventes".

Además a los granates les emociona este derbi, ya que atrae siempre a más gente a Pasarón. "Después de unos meses duros para la afición y para nosotros con una racha de victorias un derbi siempre gusta, probablemente vengan más a animarnos y eso desde luego ayuda", sentencia.