El Pontevedra visita este domingo al Getafe B, actualmente penúltimo clasificado del grupo I de Segunda B con 28 puntos, a seis de la permanencia y a siete del cuadro granate, por lo que el choque se presume clave para ambos, aunque por distintos motivos.

"Está en una situación en la que necesita victorias sí o sí. Va a ser un partido superdifícil, seguro que en los primeros minutos van a querer meter gol, y nosotros tenemos que llevarlo a nuestro terreno, hacerles un partido largo, que se sientan incómodos y que, poco a poco, esa ansiedad por ganar les haga mella", explicó Campillo.

Los granates viajan a tierras madrileñas prevenidos y sin dejar hueco para la relajación, pues tienen muy presente el partido de la primera vuelta en Pasarón, en el que perdieron por 2-3 cuando el Getafe B era el colista del grupo. Aquella derrota supuso la destitución de Luismi como entrenador del primer equipo y, por tanto, un cambio total en lo que se había planificado para la temporada.

Tal y como apunta Campillo, el vestuario no solo tiene presente ese partido de la primera vuelta, sino también otras experiencias de anteriores temporadas. "El año pasado nos pasó en casa del Adarve, que nos pintaron la cara allí jugándonos el play off; este año nos pasó con el Sanse, fuimos allí y nos pintó la cara, y con el Getafe B en Pasarón. Los de abajo pelean por salir de esas posiciones y ahora no podemos pecar de lo mismo que pecamos ahí atrás. Vamos a intentar ir a por el partido y sacar algo de rédito allí", destacó el defensa.

Tras la destitución de Luismi, Jesús Ramos asumió la dirección del equipo de forma interina en dos encuentros que consiguió ganar (1-2 contra el Celta B y 3-0 contra el Melilla). Después llegó Carlos Pouso, que llevó las riendas durante un partido de Copa del Rey y 14 de liga. La mala dinámica en los ocho últimos, en los que no logró ganar, provocaron su salida y el regreso de Jesús al cargo de primer entrenador, con un empate en casa del Atlético de Madrid B (1-1) y una goleada al Real Madrid Castilla (4-0).

El equipo ha recuperado intensidad y motivación con Ramos. "Lo tuvo claro desde el principio, quiso que cogiéramos confianza en nosotros mismos, que tuviéramos esa personalidad que tenemos cada uno y la sacásemos en el campo y, sobre todo, ese carácter y esa presión al rival para que se sienta incómodo. Creo que son algunos de los factores que nos están llevando a sacar mejores resultados", analiza Campillo.