Mientras los focos se centraban en Reinier, el flamante y millonario fichaje del Real Madrid Castilla, el que brilló ayer fue Rufo. El delantero granate, con un hat-trick, guió a los suyos hacia la victoria contra el filial blanco. En el momento perfecto y el lugar correcto, el Pontevedra rompía su racha de nueve jornadas seguidas sin ganar y lo hizo goleando en un estadio de Pasarón que registró, a pesar de la intensa lluvia, una de sus mejores entradas de la temporada. Los hombres de Jesús Ramos aprovecharon el efecto llamada del equipo de Raúl González para enchufar a su afición de cara al tramo decisivo de la liga con un encuentro en el que mostraron carácter, intensidad y buen fútbol.

El Pontevedra supo aguantar las acometidas de un Real Madrid Castilla que entró muy fuerte en el partido, dominando claramente la pelota en el primer cuarto de hora de juego. El primero en probar suerte fue Guillem, con un disparo desde lejos que se fue muy desviado. A los granates no les duraba la pelota, buscando llegar al área contraria con envíos en largo que los blancos aprovechaban para salir en tromba a la contra. El repliegue de los hombres de Jesús Ramos no era excesivamente rápido, quizá por la pesadez de un césped que con el paso de los minutos se iba encharcando cada vez más, pero sí se mantuvieron sobrios en defensa, gracias especialmente a un Churre colosal en la zaga.

Después de que el Castilla pidiera con insistencia un penalti de Edu a Baeza, que se quedó solo ante el meta tras un pase interior de Fidalgo, Álex González probó suerte desde lejos, con un disparo con mucha intención que de no tocar en un defensa habría puesto en aprietos a Altube.

Ese tiro sirvió al Pontevedra para desprenderse un poco de su agarrotamiento inicial y para empezar a crecer. Churre, muy conectado, robó el balón en campo contrario, progresó y puso un centro muy bueno que remató Álex González de primeras, estrellando la pelota en el palo. El árbitro no señaló un posible penalti de Gila sobre Rufo en esa misma jugada.

El Madrid tenía el balón, pero los granates llevaban el peligro. Avisó el Pontevedra en un centro de Álex González desde la derecha que controló solo Álvaro Bustos y remató al palo del portero, mandándolo éste a córner. Justo después llegaría el 1-0. Corría el minuto 36 y José García ponía un buen centro desde la derecha que Rufo cabeceó a gol llegando desde atrás y tirándose en plancha.

Lo intentaría Romay desde lejos con un potente disparo que Altube rechazó como pudo y un minuto después llegaría el 2-0 gracias a la conexión de la tarde: José García lanzó un córner que Rufo cabeceó con un gesto técnico espectacular en el primer palo. Así acabaría la primera parte, con los granates en campo contrario buscando más.

En la reanudación, Raúl González hizo dos cambios para intentar dar la vuelta al encuentro y el Castilla salió con la misma intensidad que lo había hecho en la primera parte. Los granates dieron un pequeño paso atrás, en parte por el cada vez peor estado del césped, y cedieron el protagonismo a los blancos, limitándose a esperar su oportunidad para sentenciar a la contra.

Volcados al ataque, los visitantes tuvieron una ocasión clara para recortar distancias al inicio del segundo acto. En un envío en largo, Marc Gual ganó la espalda a la defensa granate y Edu dudó, quedándose a media salida; el delantero blanco remató picando la pelota, pero se le fue alta. Cuando se cumplió la hora de partido, con Pasarón muy encharcado y que no permitía apenas juego raso, de nuevo Gual se quedó en una situación privilegiada ante Edu, pero esta vez el meta rechazó su disparo y Jaouad acabó mandando el balón a córner. Respondería Sana con un disparo lejano que salió rozando el palo.

A un cuarto de hora para el final, Adrián Cruz se equivoca en un pase atrás, el balón se queda muerto por el agua y lo gana Pablo, que supera a Churre en carrera y se planta solo ante Edu, pero el portero detuvo su remate.

Del posible 2-1 se pasó al 4-0 en menos de cinco minutos. Primero Rufo completó su hat-trick cabeceando en el primer palo un centro de Álex González desde la izquierda y después Álvaro Bustos, en un alarde de calidad, vio al portero adelantado y lo superó con un disparo en parábola desde tres cuartos de campo.

Victoria balsámica y que supone un chute de confianza para un Pontevedra que se sitúa tres puntos por encima del descenso y a nueve del play off en undécima posición.