El reto que se le presenta hoy la Pontevedra CF es, cuanto menos complicado. El equipo granate se enfrenta hoy al Altético de Madrid B, el segundo clasificado del grupo en Cerro del Espino a las 12.00. Desde luego no es un encuentro cualquiera, el equipo lerezano llega en una necesidad extrema de victoria tras nueve jornadas sin ganar (ocho de liga y una de Copa). Los malos resultados han hecho que Carlos Pouso, que llegó al club el pasado mes de noviembre, se aleje del banquillo granate después de sumar tan solo 3 puntos de los 24 posibles en las últimas jornadas.

Vuelve a coger el timón del barco Jesús Ramos, como lo hiciera durante dos semanas después de la salida de Luismi. Aunque corta, cabe reconocer que su trayectoria al frente del equipo es intachable: dos victorias en dos partidos. Pero hoy necesitarán mucho más que creer si quieren salir de esta fatídica racha.

El filial colchonero le lleva 20 puntos al Pontevedra y apenas ha encajado seis derrotas en lo que va de temporada, solo dos de ellas en Cerro del Espino.

El equipo necesita y debe cambiar hoy la dinámica. Mostrar más verticalidad, más juego, no dejar vacíos en la defensa y , sobre todo, aprovechar y rematar las oportunidades de gol.

Por si estas circunstancias no fueran pocas, además Jesús Ramos se ve obligado a hacer cambios en el equipo. No cuenta hoy con Campillo, con un esguince de tobillo ni Berrocal, lesionado de nuevo por otro desgarro en el abductor. Tampoco estará Álex Fernández, por sanción, y no han sido convocados Santi Figueroa y Naveira. Por otro lado y sumando en positivo el hasta hace poco segundo entrenador puede contar con Adrián Cruz, después de recuperarse de un problema en los isquiotibiales, aunque llegará al encuentro con la medular algo mermada.

Con todo ello se avecinan cambios para sorprender a un gigante como el Atlético de Madrid B. Un filial que ganó con goleada en el partido de ida en Pasarón en un muy doloroso 1-5. Los granates deben aprovechar que el filial colchonero ha arrastrado dos derrotas seguidas para hacer sangre y ganar. El Pontevedra necesita ganar, todo lo demás ya no vale. Y no será suficiente creer, no hay cabida para segundas partes flojas. El equipo iguala puntos con el puesto de permanencia y está a solo dos del descenso y no puede permitirse estar ahí.