El Peixe Galego se volvió a encontrar con la derrota y el descontrol en la pista ante el segundo de la clasificación. Los de Javi Llorente entraron mal a la cancha desde el principio y se dieron de frente con el juego sin errores del Guipuzkoa Basket.

El primer cuarto fue para olvidar con un 26-12 que hacía sufrir a los de Marín. Aprendieron la lección en el segundo donde los de Llorente supieron aprovecharse de los errores del Guipuzkoa para ser superiores.

Sin embargo, en el tercer cuarto bajaron el ritmo y volvieron a verse sin las suficientes herramientas para superar a los locales en el marcador. La sentencia sería el último cuarto donde el Peixe claramente fue inferior ante el Guipuzkoa supo que supo aprovechar la situación para hacer sangre con un 30-13.

Tras el encuentro Llorente admitía ser "un equipo con poca rotación y sabemos que con un equipo como Guipuzkoa necesitábamos un plus. En los últimos partidos habíamos conseguido arriesgar, crear más problemas y hoy en algún momento con acierto hemos tenido más chispa, pero nunca hemos llegado a inquietarles", reconocía. El técnico marinense reconocía la superioridad final del rival y alegaba que "faltó acierto en las jugadas cuando estaba el partido roto, ellos anotaron y nosotros seguíamos con la misma distancia".