El Pontevedra volvió ayer al trabajo tras la jornada de descanso del martes con una sesión en el campo de A Seca, en Poio. En la sesión no estuvieron ni Javi López ni Berrocal, el primero lesionado de larga duración y el segundo en pleno proceso de recuperación de sus problemas en el pubis y el abductor, y tampoco estuvo sobre el césped Adighibe, que habría hecho un trabajo a parte y vio la mitad del entrenamiento desde una de las gradas del estadio.

Además de la incorporación de José García, la anécdota de la jornada fue el enfado de Carlos Pouso tras la sesión de trabajo. El técnico expresó su descontento a los jugadores por la escasa intensidad con la que habían llevado a cabo el entrenamiento. El técnico vasco les pidió que no se repitiera una sesión así y exigió mucho más a sus futbolistas para los próximos días, recordando que el domingo hay un partido contra el Sporting de Gijón B que será difícil, y Pouso no quiere fallar más. De hecho, el míster granate también reprendió al equipo en el vestuario tras el empate contra el Racing de Ferrol.

José García se estrenó con regañina. "Igual lo ha hecho para que no bajemos la cabeza. Es muy importante que el equipo esté siempre alerta y más en estas condiciones, que estamos cerquita de poder dar un paso hacia delante. Creo que viene bien para que no nos relajemos", apuntó el jugador.