El Rayo Majadahonda es el primer equipo de la parte alta de la clasificación al que consigue ganar el Pontevedra esta temporada. Hubo que esperar hasta la jornada 17 para que el cuadro granate diera un golpe en la mesa superando a uno de los favoritos para pelear por el ascenso a Segunda A. El efecto Pouso empieza a notarse en una plantilla que cree en sí misma, es mucho más incisiva durante los partidos y visiblemente más ambiciosa. "El equipo ha jugado con alegría y ritmo, después del 2-0 siguió siendo incisivo, fue hacia delante€ plasmamos en el campo lo que trabajamos y aquello en lo que somos buenos. Este equipo, jugando vertical, siendo alegre, arriesgando, es un buen equipo", afirmó el entrenador tras el encuentro del sábado.

Y es que el conjunto pontevedrés había perdido todos los encuentros contra rivales de la parte noble: 0-1 contra el Atlético Baleares, 1-5 contra el Atlético de Madrid B, 2-1 contra el Ibiza, 1-0 contra el Peña Deportiva y 4-1 contra el Racing de Ferrol. Pero es que, además, el triunfo contra el Rayo Majadahonda ha llegado en una jornada clave, pues los de Carlos Pouso se han colocado quintos, a un solo punto del cuarto (el propio Rayo), gracias al tropezón del Peña Deportiva en casa del Sporting de Gijón B (6-0). Sin embargo, el técnico vasco quiere mantener los pies en la tierra: "Quedan muchos partidos. El hecho de ganar nos acerca momentáneamente a posiciones de privilegio, pero queda tanto que para qué nos vamos a poner notas. Tenemos que seguir remando. Vamos bien, decentemente, pero está claro que habíamos dejado mucha pluma por el camino y recuperarla va a ser complicado, pero manteniendo esta línea de juego, de esfuerzo y de credibilidad se pueden conseguir cosas", apuntó Pouso, que añadió con respecto al play off que "nos acercamos, pero cada vez que perdamos vamos a decir que se nos escapa, yo ya sé cómo va esto, lo que tenemos que hacer es seguir trabajando, hacer el caso justo a lo que haya externamente, la euforia o la decepción; seguir en nuestra burbujita y salir de puta madre cada domingo a competir como Dios manda, y luego que sea lo que Dios quiera. El tiempo es un juez inexorable y estamos donde nos ganemos estar".

El entrenador granate analizó el partido del sábado. "En la primera parte creo que nos hemos tenido ambos equipos demasiado respeto. Nosotros hemos querido llevar más la iniciativa, hemos jugado más en su campo, ellos no se han acercado mucho ni se han expuesto, pero en dos jugadas puntuales hemos hecho dos goles y hemos cogido una buena ventaja para la segunda parte", explicó Pouso, que añadió que "en la segunda parte ellos se han visto más obligados a arriesgar, hemos tenido claras ocasiones para matar el partido, no lo hemos hecho y después hemos cometido el error en una jugada a balón parado. Al final acabas con ese regustillo amargo de no haber podido dejar la portería a cero y no haber dado a nuestra gente una satisfacción mayor con un número de goles más acorde a lo que hemos demostrado". En este sentido, el técnico apunta que "hemos tenido el partido para matarlo claramente. Ha habido acciones puntuales que alguna de ellas era más difícil fallarla que meterla".

Pouso se refirió a algún fallo en la finalización, especialmente uno de Romay, que remató un balón rebotado a las manos del portero. "Este tipo de cosas tenemos que mejorarlas, porque si pretendemos seguir creciendo tiene que ser desde limitar el número de errores", destacó el técnico, que recordó que sobre todo "cuando tienes rivales de esta enjundia enfrente, los mantienes vivos y te pueden dar un disgusto serio".

Copa del Rey

El Pontevedra se medirá el miércoles, a las 19.00 horas en Pasarón, al Ibiza, en la primera fase de la Copa del Rey. "Tenemos muy poquito tiempo para recuperar y pensar en ese partido", admitió Pouso, que bromeó con que coincide con el Clásico del fútbol español: "Vamos a quitarle gente al Clásico, se van a quejar, creo que el Barça ha hecho un escrito quejándose. Seguro que en mi pueblo, hasta que acabe el nuestro, no van a estar pendientes del Barça-Madrid".

El míster vasco confirmó que habrá cambios y, probablemente, minutos para los menos habituales, sobre todo porque confía en no tener a nadie lesionado esta semana, aunque habrá que esperar a los primeros entrenamientos. En este sentido, explicó que los cambios del sábado no fueron para reservar a ningún futbolista: "Sana tenía tarjeta y la salida de Álex es porque me ha parecido que necesitábamos más aire y frescura en el centro del campo, los dos han trabajado muy bien. Después he metido a Campillo porque me daba la impresión de que iba a ser más vertical que metiendo a Javi o a Rivera, que a pesar de ser delanteros son más asociativos, no son de ir tanto a los espacios, quería a alguien que me estirase más el equipo con Adi".

Pouso valoró el esfuerzo de todo el equipo, que acabó visiblemente cansado sobre el césped. "Me da mucha rabia cuando un futbolista me dice "míster, estoy para jugar otro partido", le suelo decir "cabrón, haber corrido en este", porque no hay humano que jugando un partido como dios manda, yendo y viniendo y sacrificándose, pueda jugar otro partido", fue su peculiar explicación.