Melania Rodríguez deberá esperar, al menos, al Campeonato de Europa de gimnasia acrobática para tratar de conseguir una plaza para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, tras haber agotado una de sus últimas balas, la del Campeonato del Mundo que se está celebrando estos días en Japón.

El reto para la pontevedresa era muy exigente, pues necesitaba meterse en la final de la disciplina de trampolín (su especialidad, el doble minitramp, no es una modalidad olímpica), o lo que es lo mismo, acabar el torneo entre las ocho primeras. Pero no pudo ser. Melania finalizó muy lejos de las primeras posiciones, en el puesto 45, con una puntuación total de 97.110 (la suma de un 45.255 en el primer salto y de un 51.855 en el segundo), con lo que no pudo acceder a las semifinales del campeonato.

Aunque la pontevedresa viajó a Japón con mucha ilusión, también era consciente de que quedar entre las ocho primeras era un reto muy difícil de conseguir, tanto por el alto nivel que hay en el Mundial, como por las condiciones en las que entrena a diario, que no son las más adecuadas para trabajar una disciplina como el trampolín. Por eso Melania se fue una semana antes a Barcelona para entrenar en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat.

Si bien el resultado en este Mundial no ha cumplido con las expectativas, Melania tratará de agotar su última bala para los Juegos de Tokio en el Campeonato de Europa, en el que para clasificarse tendría que quedar campeona, algo más asequible que en el Mundial al evitar a rivales tan fuertes como Estados Unidos o China. De todas formas, su entrenador, Pablo Hinójar, explicó en declaraciones a FARO días antes de partir hacia Japón que Melania es todavía muy joven (tiene 18 años) y que si este ciclo olímpico es algo precipitado, tendrá otra oportunidad de cara a París 2024.

Además de Melania, también compitieron en el Mundial sus compañeros del Ximnasia Pontevedra Alejandro Bernárdez, que acabó decimotercero, y Daniel Pérez, que fue decimonoveno, ambos en doble minitramp.