Tres partidos ha perdido esta temporada el Pontevedra en los últimos minutos y los tres han sido contra los equipos de las Islas Baleares. En su primera temporada en el grupo I de Segunda B, los conjuntos isleños se han convertido en los verdugos granates, no solo por haber ganado los tres partidos de la primera vuelta, sino también por haberlo hecho con goles al filo del final de los encuentros o incluso en el tiempo de descuento.

Así sucedió el pasado domingo contra el Peña Deportiva, en Santa Eulalia del Río. Después de haber aguantado durante más de 90 minutos en un partido muy incómodo, sobre un césped sintético en mal estado, con muchos condicionantes externos y acabando con un hombre menos, el Pontevedra perdía con un gol en el 94 y desde el punto de penalti. Pero el viacrucis del cuadro granate contra los equipos baleares empezó en la jornada 4, en su visita al Ibiza; allí, tras conseguir empatar el 1-0 inicial, el 2-1 para los locales llegaría en el minuto 88. En la siguiente jornada, el conjunto pontevedrés viviría prácticamente un déjà vu, al perder en Pasarón contra el Atlético Baleares al encajar el 0-1 también en el minuto 88.

Curiosamente, estos tres partidos han sido los únicos que el Pontevedra ha perdido en los minutos finales, pero esta situación fue algo desgraciadamente habitual en la temporada 2017-2018, en la que los granates dejaron escapar puntos en los últimos minutos en ocho encuentros: contra el Rápido de Bouzas (1-2), el Cerceda (1-0), el Toledo (3-3), la Ponferradina (1-0), el Deportivo Fabril (2-2), el Talavera (2-1), el Guijuelo (3-3) y el Coruxo (1-1).

un error individual

Un fallo defensivo de Pol Bueso en el minuto 92 se saldó con un claro penalti del catalán sobre Fran que convertiría posteriormente Pepe Bernal, con Edu Sousa a punto de detenerlo, para darle un punto más doloroso. En definitiva, un error individual, fue lo que le costó la derrota al Pontevedra en su visita al Peña Deportiva ibicenco.

Los granates trabajaron muy serios durante más de una hora y media de partido, pero no obtuvieron recompensa a su esfuerzo y se rompió así su mejor racha de esta temporada, tras haber encadenado cuatro victorias consecutivas.

muchos condicionantes

El Pontevedra trabajó muy serio y concentrado, pero no llegó a estar realmente cómodo en el partido. Las condiciones del campo de Santa Eulalia del Río, con césped sintético en un estado regular, obligó a los futbolistas a estar muy pendientes de cada bote porque la trayectoria del balón era casi imprevisible. A esto hay que sumar el viento, un factor también difícil de controlar, y un rival con calidad en su plantilla, que estuvo muy bien plantado y, sobre todo, que conoce muy bien su campo.

pocos cambios

Carlos Pouso lleva apenas tres semanas al frente del Pontevedra, pero parece que tiene bastante claro cuál es su columna vertebral. El técnico vasco ha apostado por tres equipos titulares muy similares en los tres partidos en los que se ha sentado en el banquillo por ahora.

El entrenador solo ha hecho cambios en la línea defensiva, concretamente en los laterales. Ante Las Rozas y el Peña Deportiva actuaron Campillo y Pol Bueso en la derecha y la izquierda, respectivamente, y contra el Marino jugó el vigués por la izquierda y Santi Figueroa por la derecha. El resto del equipo fue igual, con Edu bajo palos, Churre y Jaouad como pareja de centrales, Sana y Álex Fernández en el doble pivote, Álvaro Bustos y Álex González en los extremos, Romay en la mediapunta y Adighibe como delantero.

ningún empate

Esta temporada el Pontevedra está siendo un equipo de extremos. Y es que uno de los datos curiosos de la escuadra granate es que, a estas alturas del curso, es el único equipo de todo el fútbol nacional que todavía no ha empatado ninguno de los partidos de liga que ha disputado hasta la fecha. Ni en Primera División, ni en Segunda, ni en los grupos II, III y IV de Segunda B queda ningún conjunto que no haya firmado tablas en al menos uno de los encuentros que ha jugado.

El conjunto pontevedrés acumula siete victorias y siete derrotas en las 14 primeras jornadas de competición. Con 21 puntos, ocupa actualmente la octava plaza de la clasificación, a cinco puntos del play off, que lo marca el Ibiza en cuarta posición.

las bajas se acumulan

Hasta ocho futbolistas del primer equipo del Pontevedra podrían perderse el partido del próximo domingo contra el Langreo (Pasarón, 17.00 horas).

Además de las bajas seguras de Javi López, con rotura de ligamento cruzado, y de Sana Ndiaye, que fue expulsado por doble amarilla contra el Peña Deportiva y deberá cumplir sanción, parece complicado que se recuperen a tiempo Campillo, que se retiró del encuentro en terreno ibicenco al recaer de los problemas en los isquiotibiales que lo mantuvieron algo más de un mes alejado de los terrenos de juego; Mejía, con una posible microrrotura muscular también en los isquiotibiales y que podría someterse a unas pruebas esta semana, y Naveira, que sufrió un profundo corte en la tibia en el entrenamiento del pasado miércoles.

Además de ellos tres, en la sesión de recuperación celebrada ayer en Cerponzóns trabajaron al margen del grupo Brian Jaén, que el domingo se cayó de la convocatoria por una lumbalgia; Adighibe, con molestias en la rodilla, y Santi Figueroa. De su evolución en los próximos días dependerá su participación en el próximo partido, aunque sobre todo en los dos últimos casos no parece que haya problemas.

La nota positiva la puso Nacho López, totalmente integrado en la dinámica del grupo tras superar sus problemas musculares y podría reaparecer ante el Langreo. El Pontevedra tiene hoy jornada de descanso. Mañana volverá al trabajo en Poio, al igual que el jueves, mientras que el viernes entrenará en A Xunqueira I y el sábado en Cerponzóns.