El peor diagnóstico para Antía Pérez se ha confirmado. La jugadora del Poio Pescamar se volverá a perder lo que queda de temporada por una rotura del ligamento cruzado de su rodilla derecha, la misma lesión que sufrió el curso pasado en su otra rodilla, la izquierda, y que también la alejó entonces de las pistas. Entre seis y ocho meses estará de baja la futbolista ourensana, que está previsto que pase por el quirófano el próximo martes e iniciar así cuanto antes su proceso de recuperación. El club no se plantea, por ahora, fichar para cubrir su baja.

"Es un palo muy grande", reconocía visiblemente afectada Antía, que señaló que no se esperaba este diagnóstico "a pesar de que la sensación que tuve había sido muy parecida o casi igual a la del año pasado; no me esperaba que fuera el cruzado porque ahora me encuentro bastante bien y ha sido un chasco muy grande, nunca te lo imaginas hasta que te lo confirman".

Y es que Antía se lesionó en el entrenamiento del pasado 17 de octubre y desde entonces se ha sometido a diferentes pruebas con la esperanza de que fuera algo menos grave. "Estaba con la incertidumbre de no saber lo que tenía y dos médicos prácticamente me descartaron el cruzado", lamenta la jugadora. La parte positiva es que su experiencia en la recuperación de su rodilla izquierda ha sido buena, pues está "perfecta" y esta temporada "me encontraba genial, con buenas sensaciones". También valora mucho el apoyo de sus familiares, amigos y compañeras del club. "Está todo el mundo volcado. El día que me lesioné vinieron todas a cenar a urgencias, eso le levanta el ánimo a cualquiera. Con su ayuda y la del club y el cuerpo técnico hay que seguir adelante".