El inicio de temporada del Pontevedra está siendo de lo más accidentado. A parte de la destitución de Luismi, el relevo provisional de Jesús Ramos en el banquillo y la irregularidad del equipo en cuanto a resultados, las lesiones también están siendo un problema constante cada semana en el seno del conjunto granate. Y es que en las diez jornadas que van de competición siempre ha habido, al menos, un hombre que se ha caído de la convocatoria por cuestiones físicas.

Actualmente, el único futbolista que es baja segura es Javi López. El extremo malagueño se rompió el ligamento cruzado anterior y el cuerno interno del menisco de su rodilla izquierda en el último ejercicio del entrenamiento del 7 de octubre. El jugador no está teniendo suerte en su etapa como granate, pues ya se perdió la temporada pasada por la misma lesión, pero en su rodilla derecha, y ahora, tras haber pasado por el quirófano el 21 de octubre, tiene por delante un proceso de recuperación de unos ocho meses, por lo que será su segunda campaña perdida.

La buena noticia es que Campillo está ya en la fase final de su recuperación. El defensa vigués ha sido baja desde el 22 de septiembre por una rotura fibrilar en el bíceps femoral izquierdo que se produjo durante el partido contra el Atlético Baleares (0-1) y que le obligó a retirarse al filo del descanso. El zaguero ha empezado a ejercitarse con el grupo e incluso podría estar disponible para jugar este fin de semana contra el Melilla (domingo, 12.00 horas, Pasarón).

Pendientes de su evolución en los próximos días están Berrocal, Nacho López, Pol Bueso y Adighibe. El primero ya se perdió el partido del pasado sábado contra el Celta B (1-2) por un problema en el abductor y esta semana la ha empezado entrenando al margen del grupo, por lo que su regreso contra el Melilla no está para nada asegurado. Más optimistas parecen los diagnósticos de los otros tres jugadores. También con molestias en el abductor, Nacho López no pudo ser titular frente al Celta B y Pol Bueso tuvo que ser sustituido, mientras que Adighibe también notó un pinchazo durante el partido contra el filial celeste pero en los isquiotibiales.

Seis lesiones más

El primero que se perdió un partido esta temporada fue Álex González, que sufrió una fractura de escafoides carpiano en tercio medio en su muñeca derecha tras una caída durante el encuentro de verano contra el Atios, a principios de agosto. El extremo cántabro se sometió a un tratamiento quirúrgico (osteosíntesis) y no llegó a tiempo para el primer partido de liga contra el Coruxo (2-0), pero después se reincorporó al trabajo y pudo jugar con protección.

También con protección, pero facial, estuvo Romay tras sufrir una fractura abierta de los huesos propios de la nariz con importante desplazamiento. Aunque no tuvo que pasar por el quirófano, el mediapunta tuvo que estar sin entrenar un par de días y se perdió el encuentro contra el Ibiza (2-1) de la jornada 4, aunque después pudo jugar con máscara.

Prácticamente desde el inicio de temporada Adighibe ha arrastrado diversos problemas físicos. El que más quebraderos de cabeza le ha dado ha sido un esguince de tobillo que tardó en curar; aunque no se llegó a caer de la convocatoria, sí tuvo que entrenar a parte muchas veces.

Unos problemas en los isquiotibiales dejaron a Santi Figueroa fuera de la convocatoria en dos partidos, una dolencia que, sin embargo, no impidió a Álvaro Bustos entrar en todas las listas de los técnicos, a pesar de que sí tuvo que entrenar varias veces al margen del grupo, y también por un golpe en el pie. Además, Edu Sousa tuvo que ser sustituido contra el Atlético de Madrid B (1-5) tras sufrir un pinchazo en los isquiotibiales.