"Creer, creer en el trabajo y en uno mismo, a veces creer te da la victoria". Ese fue el padre nuestro diario de Jesús Ramos en una semana donde el entreno anímico pesó tanto o más que el físico. Sea cuestión de fe o no Ramos no solo consiguió una victoria muy necesaria para el orgullo granate, sino que logró remontar fuera de Pasarón. Algo que no sucedía desde hace cuatro años.

Concretamente fue en diciembre de 2015 cuando los granates se impusieron ante el Valladolid B por 1-3 después de ir perdiendo tras un gol de Arroyo al final de la primera parte. Aquella era la jornada 17 del campeonato de liga y no se volvió a repetir en cuatro temporadas hasta el pasado fin de semana. Los del Lérez han demostrado históricamente saber remontar y darle la vuelta a lo que parecía perdido en Pasarón, pero fuera de casa siempre se han mostrado más perdidos. Por ello, este logro de Ramos vale por dos y hace pensar que se pueden cambiar los papeles en este inicio de temporada gris.

Aunque el equipo demostró valentía y coraje, en la primera parte los granates estuvieron perdidos en el césped y la suerte no estuvo a su favor. Varios cambios por molestias obligaron a cambiar las ideas iniciales del técnico. El primero fue Nacho López en el calentamiento, que fue sustituido por Pedro Vázquez e hizo imposible uno de los mayores cambios de Ramos, poner a Pol Bueso como lateral izquierdo, finalmente lo fue Álex Gonzalez.

Algo así ocurrió con las molestias de Pol Bueso, que vino a sustituir Santi Figueroa y la de Adighibe que cubrió Rivera. Dos canteranos que Ramos no tenía en mente y que probablemente no habrían jugado si no fuera por las circunstancias. Sin embargo fueron dos cambios clave que hicieron posible la remontada. Santi Figueroa se metió en el partido y anotó el gol que dio el empate y que hizo al Pontevedra creer en la victoria. Detrás de él y nada más salir al campo Rivera logró un gran gol en el último instante. El cambio de Javi Pazos por Pedro Vázquez también ayudó a la victoria ya que el granate estuvo activo en todas las jugadas. La presión ejercida en la segunda mitad fue vital para lograr los tres puntos.