El Pontevedra CF ha destituido a Luismi Areda como entrenador del primer equipo. La decisión se hizo oficial ayer, pero se empezó a fraguar en la noche del domingo, tras la derrota sufrida en Pasarón ante el colista, el Getafe B, que era la tercera que encadenaba el conjunto granate en las últimas semanas y también la tercera consecutiva como local. Este mal resultado precipitó la salida del técnico vigués, a quien el club pretendía dar un margen de un par de jornadas más para reconducir la situación del equipo, que ha caído a la decimoquinta posición de la clasificación del grupo I de Segunda B, solo un punto por encima de la zona de descenso.

Tras una reunión de apenas 20 minutos, Luismi Areda abandonaba ayer las oficinas de Pasarón visiblemente afectado y sin querer hacer declaraciones. La presidenta, Lupe Murillo, compareció después en rueda de prensa para explicar la decisión y agradecer al técnico su "total implicación" y que aceptara tomar las riendas del equipo cuando "teníamos un problema", en enero de 2017, para salvar la categoría. "Es un momento difícil en lo humano", reconoció la mandataria, que destacó la "relación personal que me une a Luismi desde hace años", pero también que "siempre se toma la mejor decisión para el Pontevedra, soy la primera interesada en que nos vaya bien".

Murillo, visiblemente afectada por una decisión que calificó como "difícil" y que había que tomar tras "valorar mucho las situaciones vividas en los últimos partidos", fue especialmente dura con los futbolistas de la primera plantilla. "Este equipo tiene que dar mucho más. Hago un llamamiento a los jugadores que se han comprometido con el club. Me entristece ver esos primeros minutos de los partidos, la falta de actitud de los que están en el campo. Les exijo mucho más. Hay cosas que no se pueden permitir", afirmó.

"Tenemos un equipo configurado para aspirar a grandes logros, pero es evidente que no juega y que no nos gusta lo que vemos en el campo. Soy la primera a la que le duele ver que el equipo no arranca, y ver el 4-1 en Ferrol o el 1-5 contra el Atlético de Madrid B; lo que viví en Pasarón fue de ridículo", destacó Lupe, que señaló que fue en este último partido cuando "se encienden las alarmas". "Las dudas nos surgen a todos, no solo a la afición. Entiendo la frustración de la gente porque yo misma me tengo que contener", señaló la presidenta, que al mismo tiempo pidió que se apoye a los futbolistas "al máximo para que saquen lo mejor de ellos".

¿Cambios en diciembre?

Lupe Murillo comentó que "había que buscar culpables y le ha tocado a Luismi, pero todos tenemos parte de culpa, yo la asumo en primera persona; todos tenemos mucho más que dar".

En este sentido, la presidenta comentó que "hasta diciembre no se pueden tomar decisiones en cuanto a los jugadores", dejando la puerta abierta a que se produzcan cambios en la plantilla, más allá de la evidente llegada de un nuevo entrenador.

La mandataria confirmó que la dirección deportiva del club maneja actualmente una lista con hasta 18 candidatos al banquillo. "Hay que filtrar", señaló Lupe, "se nos están ofreciendo entrenadores desde hace semanas, pero por respeto no hemos estudiado nada hasta ahora".