El Pontevedra Club de Fútbol ha destituido a Luismi Areda como técnico del equipo este mediodía. La entidad granate publicaba al filo de las 14 horas un sucinto comunicado en el que confirmaba el cese del técnico, efectivo hoy mismo, y agradecía "su compromiso e implicación".

La presidenta, Lupe Murillo, compareció en rueda de prensa a las 14.30 horas para explicar la decisión y agradecer a Luismi su "total implicación" y que aceptara tomar las riendas del equipo cuando "teníamos un problema", en enero de 2017, para salvar la categoría. "Es un momento difícil en lo humano", reconoció la mandataria, que destacó la "relación personal que me une a Luismi desde hace años", pero también que "siempre se toma la mejor decisión para el Pontevedra, soy la primera interesada en que nos vaya bien".

Murillo, visiblemente afectada por una decisión que calificó como "difícil" y que había que tomar tras "valorar mucho las situaciones vividas en los últimos partidos", fue especialmente dura con los futbolistas de la primera plantilla. "Este equipo tiene que dar mucho más. Hago un llamamiento a los jugadores que se han comprometido con el club. Me entristece ver esos primeros minutos de los partidos, la falta de actitud de los que están en el campo. Les exijo mucho más. Hay cosas que no se pueden permitir", afirmó.

"Tenemos un equipo configurado para aspirar a grandes logros, pero es evidente que no juega y que no nos gusta lo que vemos en el campo. Soy la primera a la que le duele ver que el equipo no arranca, y ver el 4-1 en Ferrol o el 1-5 contra el Atlético de Madrid B; lo que viví en Pasarón fue de ridículo", destacó Lupe, que señaló que fue en este último partido cuando "se encienden las alarmas". "Las dudas nos surgen a todos, no solo a la afición. Entiendo la frustración de la gente porque yo misma me tengo que contener", señaló la presidenta, que al mismo tiempo pidió que se apoye a los futbolistas "al máximo para que saquen lo mejor de ellos".

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Lupe Murillo comentó que "había que buscar culpables y le ha tocado a Luismi, pero todos tenemos parte de culpa, yo la asumo en primera persona; todos tenemos mucho más que dar". Ahora comienza la búsqueda del nuevo entrenador, y en este sentido la presidenta comentó que tienen una lista con hasta 18 nombres. Mientras no se fiche a un nuevo técnico se hará cargo del equipo Jesús Ramos, segundo de Luismi y coordinador de la cantera del Pontevedra. "Hay tiempo para recomponer esto. Que los que tienen que darlo todo, lo den", insistió la presidenta, que llegó al estadio a media mañana para reunirse con el consejo de administración y que le pusieran al día del encuentro que mantuvieron anoche y al que no pudo asistir por estar fuera de la ciudad por cuestiones personales. Después se incorporó Luismi, que llegó a las oficinas de Pasarón en torno a las 13.00 horas, donde le comunicaron su destitución en una reunión que duró algo menos de 20 minutos.

La derrota de ayer contra el colista, el Getafe B, fue la tercera encadenada en las últimas semanas y la tercera consecutiva como local esta temporada. Este mal resultado ha precipitado la destitución de Luismi, a quien el club pretendía dar un margen de un par de jornadas más para reconducir la situación del equipo, que ha caído a la decimoquinta posición de la clasificación del grupo I de Segunda B, solo un punto por encima de la zona de descenso.