La anulación de un gol, que parecía legal, en el minuto 94 privó al Pontevedra de sacar un punto ante el Castilla. Pero, además del colegiado la culpa hay que buscarla en la falta de intensidad con la que el conjunto de Luismi sale al campo. Otra vez, y ya van unas cuantas, al cuarto de hora el Pontevedra tenía el partido ya perdido.

El Pontevedra no fue capaz de remontar el dos a cero con el que el Castilla se plantó en el minuto 13 de juego. Los granates no entraron bien en el partido, no se sintieron cómodos y lo pagaron con una nueva derrota para el conjunto dirigido por un Luismi Areda que cambió por completo el estado anímico de los suyos tras el paso por los vestuarios. Después de un nefasto primer tiempo los pontevedreses reaccionaron y supieron plantarle cara a los de Raúl González, marcaba Adighibe y mandaban en las ocasiones, tuvieron la oportunidad de marcar más goles, pero un iluminado Altube y la falta de eficacia de los atacantes visitantes acabaron concluyendo con la victoria merengue, que supo aguantar el resultado.

Arrancaba el encuentro sobre el verde del Di Stéfano, los pontevedreses empezaban defendiendo las primeras galopadas de los blancos, un disparo tímido de Pedro directo al lateral de la red abría las ocasiones. No tardaba en llegar el primer gol para los locales, un gran centro de Baeza en línea de fondo llegó al pie de Ayoub que colocó a la perfección el esférico para que nada pudiera hacer Edu. Pero no tardaría en llegar la reacción de los pupilos de Luismi, ya que un minuto más tarde del tanto blanco, llegaría una doble ocasión, la primera para Álex Fernández, de falta directa, mandaba el balón rozando el larguero, después sería Adighibe quién al recibir un balón en el área chica no llegó a golpearlo por esperar. Los madridistas no bajaban el ritmo. Por el centro se iba a originar el segundo del Castilla, un pase espectacular de Antonio Blanco entre líneas dejaba sólo a Baeza que, a placer disparaba con el interior de su pie izquierdo para mandar el balón al fondo de la red. Otra vez se repetía la historia.

Víctor Vázquez estuvo a punto de acortar las distancias en el marcador con un testarazo que envió al larguero de la portería defendida por Altube. Pedro sería el siguiente en contar con una gran ocasión, un pase en profundidad sería aprovechado por el veintiuno merengue para estar a punto de lograr el tercero, pero su disparo desde la frontal se marchó por encima de la portería.

En la reanudación la primera ocasión sería para los pontevedreses, un centro desde la esquina de Álex Fernández sería rematado por Pol, que se anticipaba a todos los defensas madridistas y forzaba una gran parada de Altube. Un balón muerto en el área fue rematado por Adighibe, envió el balón al larguero tras realizar una tijereta. Apretaba el Pontevedra y los merengues sufrían en la tarea defensiva. En cambio, los locales creaban peligro fácilmente, Jordi en el segundo palo enviaba el balón contra el larguero tras recibir un gran centro raso de Marvin.

Llegaba el premio del gol para el Pontevedra, un jugadón por la izquierda de Álex González finiquitaría realizando un pase de la muerte para un Adighibe que no perdonaba y recortaba las distancias en el luminoso. Comenzaba un partido nuevo, dos minutos después del gol los granates contarían con otra gran ocasión, un disparo dentro del área de Víctor que despejaba con los pies Altube.

Y llegaba el minuto 94 cuando el árbitro anuló el tanto de cabeza de Romay a instancias de su asistente, señalando fuera de juego de Javi Pazos, que no llega a tocar el balón. Una decisión muy dudosa que provocó la expulsión de Luismi por sus protestas al colegiado.