El Pontevedra volvió ayer a los entrenamientos tras la jornada de descanso del martes. Solo dos futbolistas trabajaron al margen del grupo: Campillo, que continúa recuperándose de su problema muscular en los isquiotibiales, y Álvaro Bustos, que sufrió un golpe durante el partido contra el Oviedo B y arrastra algunas molestias.

Luismi explicó que el extremo asturiano está "haciendo un trabajo a parte con el fisio" porque "tiene un poco inflamado el pie". El técnico señaló que estos entrenamientos al margen son por precaución, para evitar otro golpe, y apuntó que está previsto que hoy se incorpore al trabajo con sus compañeros.

La sesión se celebrará en Pasarón a partir de las 10.30 horas.