Tras la derrota del pasado domingo en su visita al Ibiza (2-1), el Pontevedra vuelve hoy a la competición liguera con la necesidad de seguir contando sus partidos por victorias en Pasarón. En un horario poco habitual en la ciudad del Lérez (12.00 horas), los granates recibirán a un Atlético Baleares que ha ganado tres de los cuatro encuentros que ha disputado hasta el momento.

Luismi recupera para este choque a varias piezas importantes que no estuvieron en Ibiza. Es el caso de Romay, que ya se ha adaptado a utilizar una protección facial tras sufrir una rotura de los huesos propios de la nariz y que apunta a la titularidad, al igual que Adighibe, que aunque todavía arrastra algunas molestias en su tobillo, esta semana ha podido completar todos los entrenamientos con el grupo y se presume como una de las armas más peligrosas del cuadro granate. Además, Campillo vuelve a estar disponible tras cumplir un partido de sanción, Javi López también tras superar unos problemas musculares y los dos últimos fichajes, Alfredo Mejía y Jaouad Erraji, están cogiendo cada vez más ritmo de juego y están más integrados en el vestuario.

La única duda es Nacho López, que arrastra un problema muscular en los isquiotibiales y hasta última hora no se sabrá si entra o no en la convocatoria, aunque lo que sí parece poco probable es que salga en el once titular.

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Durante esta última semana el técnico granate señaló algunas de las cualidades del Atlético Baleares, pero por encima de todo destacó su equilibrio entre defensa y ataque. "Es un equipo que a nivel ofensivo tiene potencial, porque tiene mucha calidad y mucho talento en sus futbolistas, y lo mejor es que lo equilibra con la defensa; es un equipos bien posicionado, bien plantado en el campo, al que es difícil generarle ocasiones de gol, que aprieta sin balón... Se juntan dos factores que le hacen ser importante en la categoría, hecho para estar entre los cuatro primeros sin duda", apuntó.

Tras la derrota en terreno ibicenco, Luismi reconoce que "intentamos estar tranquilos", pero también admite que "la presión ya nos la metemos nosotros mismos, cada partido lo afrontamos queriéndolo ganar y cuando vienes de una derrota sales con más necesidad de esa victoria. Lo afrontamos con tranquilidad, pero siendo conscientes de que necesitamos ganar, y más en nuestro campo, donde conseguimos hacernos fuertes la temporada pasada y ésta empezamos ganando los dos primeros partidos y queremos seguir así, que a los rivales les cueste sacar puntos de aquí".