Si dicen que el hombre es capaz de tropezar dos veces en la misma piedra, el Pontevedra de Luismi tiene el demérito de haberlo hecho a lo largo de toda la pasada temporada y en las dos visitas del nuevo curso futbolístico, a Ferrol y a Ibiza.

La similitud entre lo ocurrido en las islas Baleares y en Ferrol fue tal que si el conjunto de Pablo Alfaro no llega a errar las ocasiones que tuvo, los granates regresarían a casa, con una nueva goleada.

Con una línea defensiva nerviosa y achicando balones, con fallos en las entregas, y con un centro del campo inexistente donde los jugadores isleños pasaban como motos, los efectivos granates se mostraban incapaces de frenar las acometidas y así resulta imposible, salvo milagro, sacar algo positivo en los desplazamientos.

Si ambas líneas no funcionaron, es difícil que los atacantes pudieran hacer algo, si acaso ayudar en el medio campo para sofocar el temporal y esperar que amaine.

El Pontevedra creó su primera llegada al área rival en el minuto 38, a poco ya del descanso, y fue a balón parado, en una falta lanzada por Álex Fernández. Muy poco bagaje ofensivo para un equipo que debe de luchar por estar en los puestos de arriba.

El hecho de que el guardameta Edu Sousa fuese el mejor del equipo, no habla nada bien de lo ocurrido en Ibiza.

Las carencias que fueron palpables hace quince días en Ferrol donde el Pontevedra recibió cuatro goles, tres de ellos en los primeros ocho minutos, volvieron a repetirse el pasado domingo.

Los locales salieron en tromba y a los siete minutos ya habían estrellado un balón en el poste y creado jugadas de peligro en una avalancha que los de Luismi no sabían como contener.

Lo mejor y lo peor

Lo mejor es que hay margen de mejora, esto solo acaba de empezar y cabe pensar que el cuerpo técnico y la plantilla irán ajustando el sistema y puliendo los defectos que muestran en los partidos lejos de Pasarón.

Y lo peor es que ya algunos equipos comienzan a tomar ventaja y ya han comenzado a hacer unos deberes, que al Pontevedra se le atragantan en este inicio de curso.

Los granates están en la mitad de la tabla clasificatoria y este domingo se enfrentan en Pasarón a otro equipo de las islas, el Atlético Baleares que junto con el Ibiza suma 9 puntos por detrás del Peña Deportiva, que con 12 puntos lidera la clasificación.

Luismi dispone de dos semanas antes de que el equipo visite al Oviedo B, otro difícil rival que suma un punto más que los granates y que en su campo ha derrotado por la mínima al Langreo y ha empatado el pasado domingo ante el Mahadahonda a dos goles.

El Pontevedra tendrá que empezar a sumar fuera de su estadio si realmente quiere aspirar a algo más que a quedar en la zona media de la tabla de clasificación.