En el minuto 79 del partido de ayer en Pasarón, perdiendo por un gol en casa, el entrenador del Pontevedra, Luismi, estaba viviendo una pesadilla similar a la del pasado fin de semana en Ferrol. "Me parecía un resultado injusto, me parece que el equipo había hecho méritos para más, como mínimo, no ir perdiendo". De allí al final del partido su equipo logró remontar y al término del encuentro el técnico granate se mostraba "satisfecho y contento", sobre todo "por los futbolistas que hicieron un esfuerzo increíble".

También se alegró porque señaló que en el Pontevedra "necesitábamos este resultado para que confiaran y sigan creyendo en lo que estamos haciendo".

Aunque reconoció que en la segunda mitad quizá "nos faltó algo de claridad en el juego", achacó esta situación "a los continuos parones" y que se vieran abajo en el marcador, "lo que te puede llevar a jugar más con el corazón que con la cabeza" y esto provocó "que el juego fuese más directo y menos elaborado". En cualquier caso, señaló que "las estadísticas están ahí" y que su equipo generó "infinitas ocasiones de gol". También destacó que en la faceta defensiva su escuadra "estuvo a un nivel espectacular".

Pese a las lesiones de Nacho y Romay, Luismi se mostró seguro de contar con un equipo "competitivo" para afrontar el próximo compromiso en Ibiza.