El Pontevedra continúa trabajando en la incorporación de los últimos refuerzos con los que dejaría cerrada la plantilla, al menos, hasta el próximo mes de enero, cuando se abrirá la ventana de invierno.

Luismi Areda confía en poder contar con un defensa más, que pueda actuar de central y de lateral izquierdo, y previsiblemente este futbolista ocuparía una de las dos plazas sub 23 que todavía quedan libres (hay cuatro que están cubiertas, salvo cambios de última hora, por Brian, Álvaro Naveira, Santi Figueroa y Rivera).

El problema para la entidad está en la más que posible incorporación de un futbolista para reforzar el centro del campo, pues las opciones que baraja son todas de futbolistas mayores de 23 años, y actualmente las 16 fichas sénior que tiene disponibles cada equipo ya están ocupadas.

El Pontevedra baraja varias posibilidades para liberar una ficha sénior que le permita cerrar ese deseado refuerzo para el centro del campo. Una de ellas es la salida, en calidad de cedido o incluso de traspasado, de algún jugador del primer equipo. En este caso, el hombre que tiene más papeletas para salir es Mouriño, al igual que sucedió el pasado mes de enero, aunque no es el único nombre sobre la mesa. Otra opción que la entidad ya ha planteado a algún futbolista es que siga trabajando día a día con el equipo, pero sin ficha para jugar hasta enero.