Lo sucedido en la mañana del domingo en aguas del puerto de Meira podría calificarse del fin de una lucha. La simple celebración del Campeonato de España de traineras femenino se convirtió un éxito en si mismo después de casi una década sin poder realizarse por falta de participación.

Ni siquiera el hecho de que fueran solo tres las tripulaciones participantes, nada puede empañar un título histórico para el remo arousano puesto que nueve de las artífices de la corona nacional pertenecen al Club Mecos de O Grove. Su presidente, Juan Ramón Outeda, no oculta que "somos una entidad pionera en el remo femenino y éste es nuestro primer campeonato de España como club. Para nosotros supone una alegría doble".

Recuerda el propio Outeda que "se ha conseguido una igualdad de trato para hombres y mujeres. En premios y en reconocimientos por parte de la Liga Galega de Traíñas. Eso siempre fue algo por lo que peleamos y que ayuda a poner en valor la igualdad en el deporte".

El 22:54.04 que sirvió para ondear la bandera rojigualda se gestó desde muchos meses atrás. Fue concretamente en el mes de octubre cuando la trainera fue tomando forma. Iván Trinta asumió la responsabilidad que sus propias remeras le reivindicaban, pero faltaban efectivos para conformar una tripulación. Faltaba encontrar un socio y Coruxo fue su parteneir. Las viguesas, con su entrenador David Serodio a la cabeza, recogieron el guante lanzado desde O Grove y sumaron fuerzas.

"Hicimos una pretemporada realmente buena. Hicimos muchas sesiones de entrenamiento con semanas de seis días de trabajo. Todas se portaron como auténticas profesionales y eso lo hizo todo más fácil. No tuvimos la posibilidad de sacar una trainera como club, pero logros como el Campeonato de España ayudarán a hacer crecer el remo femenino", apuntó Iván Trinta.

Combarro se convirtió en su base de entrenamiento por una cuestión de optimización de recursos. Viguesas y grovenses ya compitieron coaligadas en bateles y trainerillas. Al término de ambas competiciones, Samertolomeu se convirtió en el tercer socio completando el triángulo de fuerza sobre el que se asentó un absoluto dominio de la Liga Gallega.