El Pontevedra prepara el que sería su mayor golpe de efecto de los últimos años: el regreso de Fran Rico, uno de los futbolistas más queridos por la afición granate. El futbolista se desvinculó del Granada el pasado 16 de julio y tiene sobre la mesa varias propuestas para la próxima campaña, entre las que hay una de la entidad que preside Lupe Murillo.

Pero todo dependerá de cómo se encuentre Fran Rico a nivel físico en las próximas semanas. Después de haber estado más de dos años sin poder jugar por sucesivas lesiones en la rodilla, el mediocentro va a esperar a ver cómo le responde el cuerpo para tomar una decisión sobre su futuro. Entre las opciones que baraja está jugar cerca de su Portonovo natal o, por el contrario, retirarse del deporte profesional.

El propio Fran Rico reconoce que hace años que no está al cien por cien, que siempre ha arrastrado molestias y que precisamente por eso lo único que tiene claro es que de seguir jugando tendría que ser teniendo la rodilla en buenas condiciones para poder disfrutar del fútbol.

En declaraciones a FARO, el mediocentro ha recalcado que "no voy a ir a ningún lado a pasearme". A sus 31 años (cumplirá los 32 este sábado), el mediocentro es una de las piezas codiciadas en este mercado de fichajes y entre las ofertas que tiene sobre la mesa han trascendido las del Deportivo de La Coruña y el Lugo. La respuesta ha sido la misma que le ha dado al Pontevedra: todo dependerá de cómo responda su rodilla a un proceso de preparación que llevará a cabo los próximos días.

En torno al 20 de agosto, en la última semana del mercado veraniego, el centrocampista tomará una decisión más firme sobre su futuro. El Pontevedra, mientras tanto, se mantiene a la espera. El propio futbolista ha manifestado en varias ocasiones su deseo de volver a vestir de granate y, aunque reconoce que el objetivo de cualquier jugador que ha llegado a estar en Primera División es mantenerse lo más arriba posible, su realidad actual es que quiere volver a disfrutar del fútbol y estar cerca de su familia, y en estos requisitos encaja perfectamente el club de Pasarón.

Además de la cuestión física, que es decisión únicamente de Fran, está el tema económico. Después de varias temporadas jugando al máximo nivel, sus pretensiones son relativamente elevadas. Sin embargo, el mediocentro podría hacer un esfuerzo para facilitar su llegada al Pontevedra, a la vez que el club ha ingresado una buena cantidad de dinero por el traspaso de David Castro al Valencia Mestalla que podría invertir en el que sería el regreso más mediático de los últimos tiempos.

Fran Rico debutó con el Pontevedra en Segunda B con 19 años, en la temporada 2005-2006. Entonces, con Alberto Argibay como entrenador, no dispuso de demasiadas oportunidades, hasta que Javi Gracia se hizo cargo del equipo y le dio continuidad en el equipo titular. El mediocentro fue indiscutible en el tramo final de la campaña 2006-2007, en la que el equipo granate se proclamó campeón del grupo I, y en la siguiente, la 2007-2008.

Su calidad no pasó desapercibida para los grandes clubes del fútbol español y, así, al año siguiente puso rumbo al Real Madrid para jugar en su filial, en el que estuvo tres campañas. Entonces sufrió su primera lesión de gravedad que cortó su progresión e impidió que llegara a contar con oportunidades en el primer equipo blanco. En 2011 firmó por el Granada, en el que ha militado hasta el pasado 16 de julio, con un corte de dos temporadas (2015-2016 y 2016-2017) en las que estuvo en el Eibar.

En total, el centrocampista ha jugado 127 partidos en Primera División, pero debido a las lesiones en las cuatro últimas temporadas solo ha participado en 18 encuentros.

Sin fichas sénior

Por ahora, el Pontevedra tiene ocupadas las 16 fichas sénior de las que disponen todos los equipos, por lo que, de llegar un refuerzo para el centro del campo, este tendría que ser de edad sub 23 o, por el contrario, si es mayor de 23 años (como es el caso de Fran Rico), el club deberá dar salida a uno de sus futbolistas.

Esta situación se produjo el pasado mes de enero, cuando Mouriño tuvo que salir cedido al Rápido de Bouzas para dejar hueco a Borja Domínguez, y también este verano, con la salida de David Castro para dejar su sitio a Álvaro Bustos.