El Peixegalego afronta esta tarde a las 19.30 horas una final en el pabellón del Barrio de los Pintores de Villarrobledo, Albacete. A los de Marín les vale ganar al Villarrobledo o no perder por más de 15 puntos para lograr el ascenso a LEB Oro. Tras ganar en la ida por 98 a 75 el pasado domingo el equipo viaja con una renta de 16 puntos que para el cuadro marinense "no es ni mucho menos definitiva" ante uno de los conjuntos más fuertes de la liga.

"Va a ser difícil porque ya nos han metido mano en la liga regular, pero en este caso, perder por menos de 15 es ganar, todo lo que sea mantener la diferencia nos asciende por lo que, en caso de perder si con eso podemos ascender, tiene poca importancia", afirmó el entrenador del Peixegalego, Javi Llorente. El técnico no olvida cómo fueron los partidos de liga anta el Villarrobledo, con dos derrotas y cayendo a domicilio por más de 20 puntos.

"Contra ellos en liga no fuimos capaces de competir en ningún momento, en el segundo cuarto rompieron el partido y a partir de ahí estuvieron cómodos", recordaba el entrenador. Sin embargo, esta experiencia podría volverse en contra de los rivales en el partido decisivo ya que los marinenses ya saben lo que les espera. "En su casa es un rival que aprieta mucho y van a plantear un partido muy exigente físicamente", apunta.

Y es que el Peixegalego espera a un Villarrobledo que quiere vengarse de la derrota y solo les vale ganar superando la ventaja de los marinenses. "Esperamos estar al mismo nivel que en la ida en A Raña, y por las características del rival que, es su punto más fuerte y donde más daño nos pueden hacer, es plantear un partido muy físico, jugándose lo que se juega, van a venir con más intensidad", señaló Llorente.

"En la ida hicimos muchas cosas bien y tenemos que fijarnos en eso, pero también es cierto que en A Raña ellos tuvieron muy poco acierto y no es normal que fallaran tanto", explica el entrenador. Para contrarrestar la intensidad del equipo local el Peixegalego deberá "abrir el campo, atacar con espacio para no dejar que el partido se vaya a un juego muy físico y de contacto y por ahí pasan nuestras opciones; si nos cierran y hay más contactos, por ahí sufriremos mucho", mantiene Javi Llorente.

Tras una larga curso, el Peixegalego cuenta con todos sus efectivos para el encuentro decisivo si bien el entrenador señalaba que "a estas alturas, estar todos al 100 por cien en el último partido de la temporada es muy difícil sobre todo teniendo en cuenta que tenemos una rotación corta". Por eso el equipo preparó esta semana más técnicamente la estrategia para el choque en Villarrobledo para no arriesgarse a que se produjeran lesiones que condicionaran el enfrentamiento.

"Más que mirar el colchón de puntos que tenemos, debemos hacer nuestro partido como hicimos en Marín, estar cómodos en el partido y no dejarles que hagan su juego y no vamos a mirar el marcador y en el minuto 39 veremos las opciones que tenemos", indica Llorente. El técnico confesaba que hablar de ascenso es casi un "tabú" en el vestuario. "Esperemos que eso quede para después del partido y poder darle una alegría a la afición y a todo Marín", señaló.

Pantalla gigante en Marín

Precisamente todo Marín vivirá con emoción y nervios esta final por el ascenso. Ante la expectación que levantó la cita, el Concello de Marín anunció la instalación de una pantalla gigante que estará situada en la Alameda, donde los seguidores del Peixegalego podrán seguir la histórica jornada.