"Sí se puede". Así lo cantó la afición del Teucro ayer y así lo demostró el equipo al ganar a uno de los rivales más fuertes de la Liga Asobal para ponerse a dos puntos de la permanencia cuando faltan cuatro partidos para acabar la temporada. Los azules se impusieron a un Liberbank Cuenca que está peleando por clasificarse para competiciones europeas apoyados en una gran primera parte y en una gran capacidad de sacrificio en el segundo tiempo. Los hombres de Luis Montes se sobrepusieron a los nervios, la presión y a un fallo con el marcador que mantuvo parado el encuentro unos minutos cuando el resultado era 28-26 y que, tal y como estaba el duelo, pudo haber desconcentrado a los locales.

Pero no fue así, a pesar de que los azules se complicaron la vida en el tramo final, algo desgraciadamente habitual en las últimas jornadas, aguantaron el empuje del Cuenca gracias, sobre todo, a un espectacular Javi Santana bajo palos. El portero canario no solo estuvo a gran nivel a nivel deportivo, sino también a nivel moral, pendiente de sus compañeros para que no perdieran la concentración y animándolos cuando cometían alguna imprecisión; un verdadero líder sobre la pista.

Primera parte muy seria del Teucro, con pocas imprecisiones y sabiendo marcar los tiempos del partido. Empezó fuerte el equipo azul, con un Fischer muy inspirado a hacer cuatro goles en los primeros diez minutos (5-4 en el marcador).

Apoyado en un Santana espectacular bajo palos, que en esta primera media hora tuvo un porcentaje de acierto del 50 por ciento, y en un Cutura inspirado, el Teucro fue ampliando distancias hasta llegar a cuatro goles (9-5 en el minuto 15). Llegaron entonces los fallos, numerosos errores en ataque y en lanzamientos que permitieron al Cuenca recortar distancias. Pero los azules supieron sufrir y superar este pequeño bache en su juego para irse al descanso 14-10.

En la reanudación el Teucro siguió en la misma línea, pero el Cuenca se acercó en el marcador y metió presión a los pontevedreses, que se movieron en un margen de dos o tres goles durante toda esta segunda parte. A falta de diez minutos, tramo crítico para los azules en los últimos partidos, parecía todo controlado, pero los nervios despertaban a viejos fantasmas. Esta vez el equipo los supo espantar y aguantó un tramo final muy duro para salvar dos puntos de oro.