Kevin Presa se ha roto en el momento menos oportuno de la temporada, en el que el Pontevedra se va a jugar entrar en el play off. El centrocampista se retiró del entrenamiento del jueves por unas molestias en los isquiotibiales y a lo largo de la tarde se confirmó que sufría una pequeña rotura de fibras en la zona con un pequeño hematoma, por lo que será baja para el partido de mañana contra el Unión Adarve y es duda para los siguientes, dependiendo todo de su evolución y su respuesta al tratamiento que le ha prescrito el equipo médico del club.

"Nunca es agradable, y menos ahora en estas fechas, que ya queda muy poquito para acabar y lo ideal sería poder contar con todos. Nunca es buen momento para las lesiones, pero tocó, hay que aceptarlo, y esperemos que no se alargue mucho en el tiempo", comentó Luismi al término del entrenamiento de ayer en A Xunqueira. El técnico admitió que es posible que Kevin se pierda algún partido más que el de mañana: "No nos vamos a volver locos y vamos viendo la evolución, pero tiene pinta de que será algo más", explicó.

Luismi comentó también que la baja de Kevin es bastante sensible para el equipo porque "era un futbolista que estaba jugando habitualmente, pero también se ve que cualquier compañero que entra también está haciéndolo bien, a buen nivel, y te quedas más tranquilo". En este sentido, reconoció que "es verdad que ahora se abre la puerta a que mediocentros como Álex o Jesús, que no venían jugando habitualmente, tengan más opciones de jugar".