El Pontevedra no quiere desaprovechar la oportunidad que le brinda el calendario de disputar cuatro de los próximos cinco partidos en casa para afianzarse en la parte alta de la clasificación e incluso para meterse en puestos de play off, que actualmente están a solo tres puntos de distancia.

Para ello, los granates intentarán refrendar su buen momento de juego y resultados empezando por esta tarde, con la visita del Unión Adarve (17.00 horas). El equipo de Luismi tiene en mente lograr la tercera victoria consecutiva en liga (la cuarta si se cuenta el triunfo en Copa Federación en casa del Langreo por 1-2), pero es consciente de que existen muchos condicionantes que harán que no sea una tarea fácil.

El primero es el estado del césped de Pasarón. Aunque el Pontevedra ha sabido adaptarse muy bien a las malas condiciones del campo, cada partido es diferente y, por lo tanto, imprevisible cómo se ajustarán a la irregularidad de la hierba, a lo blando del terreno y a lo pesado que pueda estar y, por lo tanto, a cómo repercuta en el esfuerzo físico. La buena noticia es que ayer y hoy la lluvia ha dado una tregua, por lo que el césped no debería estar tan mal como hace dos semanas en el partido contra el Coruxo.

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Los problemas físicos serán otro condicionante para el Pontevedra, que no podrá contar con Nacho López y Álex Fernández. La baja de este último se está cubriendo con solvencia desde hace semanas, pero la del lateral derecho parece que obligará a Luismi a optar de nuevo por una defensa de tres centrales o, en su caso, a situar a Campillo en la banda. El resto del equipo ha entrenado con normalidad, pero Pasarón primero y el campo del Rápido de Bouzas el pasado domingo no están ayudando y algunos futbolistas arrastran sobrecargas musculares.

El tercer condicionante será el rival que el Pontevedra tendrá enfrente, un Unión Adarve que llega necesitado tras cuatro jornadas sin ganar, lo que lo hace todavía más peligroso. "Es un rival muy agresivo, está replegado y espera a robar y salir rápido, creo que ha variado un poco su juego del inicio al de los últimos partidos", apuntó Luismi. El técnico granate insistió en que "es un equipo incómodo, mete a mucha gente por detrás de la pelota, disputa todos los balones y está esperando cualquier acción para salir rápido y pillarte a la contra. De hecho, tiene un jugador como Carlos Bravo, que hace muchos goles de segunda línea y que hay que tenerlo muy en cuenta".