Mal día para el Teucro. Con una defensa con menos intensidad que la de los últimos encuentros, los de Luis Montes sufrieron ante un Valladolidque se presentaba en Pontevedra tras sumar un mes sin ganar pero también supo sacar tajada de la falta de puntería de los azules, demostrando que es un equipo al que le gusta correr y realizando buenas transiciones. Por parte de los locales, el mejor del partido fue el portero, Santana, que evitó que la brecha en el marcador fuese mayor.

El encuentro empezó equilibrado entre ambos equipos. Durante siete minutos ambos equipos se iban alternando en un marcador que reflejaba una gran ventaja para llegar al 3-3. Por entonces Santana ya había mostrado su acierto bajo palos, realizando dos meritorias paradas para contrarrestar dos tiros a fuera de la línea ofensiva y uno al palo.

Fue precisamente cuando el Valladolid supo leer el partido y aprovecharse de los segundos balones que concedían los locales en ataque para aprovechar y realizar la primera machada en el marcador (3-7 en el minuto 12). Los contragolpes hacían daño al Teucro y, por si fuera poco, Víctor Rodríguez en su regreso al Pabellón Municipal, pasó de héroe a verdugo para los azules, demostrando un gran acierto durante todo el encuentro.

Fueron los peores minutos del Teucro, en el que solo Santana parecía sostener al equipo en una noche aciaga en el apartado ofensivo: fue significativo que el Teucro sumase hasta siete palos en los primeros veinte minutos. Prueba de ello fue un tiro de Natan Suárez sin portero en el 29 que se iba alta por muy poco. No se debe señalar al jugador, no fue el mejor día de los teucristas en general.

Con esas, el Valladolid lograba establecer una diferencia de 6 goles en el marcador en el minuto 20 (6-12), diferencia que sabría administrar hasta irse al descanso con un 10-16.

Tras la reanudación, le tocaba al Teucro un cambio de chip tras ver como en la primera parte el Valladolid superaba su planteamiento defensivo mientras que en ataque, parecía que la portería de César Pérez se hacía pequeña. Pero Abel Serdio establecía una ventaja de 8 para los visitantes (máxima del partido) con el 11-19 en el minuto 35.

Ahora sí tocaba la reacción y con un Quintas que empezó a hacer daño en ataque desde el pivote para establecer un parcial de 4-1 entre los minutos 7 y 12 que situaba el marcador global en el 15-20. Pero dos transiciones tan rápidas como letales de Dani Pérez y Adrián Fernández apagaban el intento de revolución teucrista. Poco a poco se iría de nuevo yendo la ventaja del Valladolid hasta los 8 tantos (20-28 en el minuto 22). El resto del partido fue un trámite en el que Sergio Pérez pudo maquillar el marcador en las pocos tiros que dispusieron desde el extremo los teucristas, hasta finalizar con un 25-31 definitivo.

El Teucro ya pasa página y el martes jugará en el Palau Blaugrana ante el todopoderoso Barcelona. Lo hará con la duda de Iván Fernández, que se iba cojeando ayer. El encuentro frente al Barcelona será antes de enfrentarse el próximo fin de semana, de nuevo en casa, en un partido más terrenal como el derbi ante el Frigoríficos del Morrazo. Un choque por evitar los puestos de descenso.