Históricamente, el Pontevedra siempre había presumido de estadio. Pasarón era de los mejores de la categoría porque, independientemente de la época del año, siempre contaba con un césped en muy buenas condiciones. Sin embargo, desde la remodelación del campo los problemas con terreno de juego han sido casi una constante debido, fundamentalmente, a un sistema de drenaje que no funciona todo lo bien que debería. Así, cuando llueve un par de días seguidos, el césped se encharca, se vuelve pesado, se levanta y aparecen "calvas" y zonas llenas de barro.

Por ese camino va, actualmente, el campo de Pasarón, que ha acusado las intensas lluvias de esta semana y la disputa del partido del miércoles contra el Langreo (1-1) de Copa Federación. Kevin Presa disputó el encuentro completo y reconoce que el césped no está en las mejores condiciones. "Sabíamos que, en el momento en el que lloviera, el campo iba a sufrir mucho y se iba a volver muy pesado. Si el tiempo no nos respeta, que no tiene pinta, creo que vamos a perder el campo para toda la temporada".

El centrocampista comentó que "era algo que sabíamos y no podemos hacer nada más. Simplemente, salir a jugar y habrá que utilizar otras armas para intentar ganar los partidos".

Lo más preocupante es que el Pontevedra jugará tres de los próximos cuatro partidos en casa, con el correspondiente sufrimiento para el césped. Este domingo vendrá el Coruxo, después visitarán al Rápido de Bouzas y después tocarán dos partidos seguidos en casa: Únión Adarve y Las Palmas B.

"Lo peor es que se va a volver un campo muy pesado, las piernas de los jugadores van a sufrir mucho más y esperemos que no derive en lesiones y tengamos que lamentar que algún jugador le pase factura", apunta Kevin, que ya se retiró del derbi contra el Deportivo Fabril de hace 15 días por una pequeña sobrecarga. "Físicamente estoy bien", asegura el mediocentro, "la única vez que me encontré mal esta temporada fue antes del partido contra el Fuenlabrada, al que no pude ir por problemas en mi rodilla. Contra el Fabril fue un pequeño gesto en el que se me subió un poco el gemelo, pero a consecuencia de la fatiga".

Sorprendió que Kevin jugase el partido completo contra el Langreo, pues estaba previsto que Luismi aprovechara para dar la oportunidad a los menos habituales. "Yo tampoco contaba con jugar 90 minutos", reconoció el centrocampista. "El cuerpo técnico me había transmitido que iba a ir convocado por si hacía falta y surgió un problema con Antón, que no pudo jugar. Yo estoy aquí para aportar lo máximo posible". Y su aportación fue clave, pues marcó el penalti, "un poco riguroso por lo que se comenta", que dio el empate al Pontevedra y "nos deja vivos en la eliminatoria".

Confía en la reacción

Kevin apuntó que "tres de los próximos cuatro partidos son en casa y tenemos que intentar conseguir resultados positivos, ya no digo con la esperanza de engancharnos arriba, sino de conseguir esa regularidad que nos hace falta y nos daría tranquilidad".

Sobre el Coruxo, que llega a Pasarón tras siete jornadas sin perder, comentó que "viene en una dinámica muy buena de resultados y de forma, las cosas le están saliendo, pero nosotros queremos salir de esta mala racha y en casa tenemos que hacernos fuertes, no podemos conceder tantos puntos si queremos tener esa tranquilidad y llegar a optar a algo".