El Pontevedra se asienta en "tierra de nadie" en la clasificación del Grupo I de Segunda División. Tras unas jornadas ilusionantes, llegó la época de las "vacas flacas" y los granates encajaron la segunda derrota en los tres últimos encuentros. Con un punto de los últimos nueve disputados, los de Luismi Areda son décimo primeros, a cinco puntos del play-off de ascenso, los mismo que de los puestos de promoción del descenso. Una posición cómoda, pero que no permite ilusionarse, por el momento, con importantes objetivos.

Lo peor del partido del pasado domingo fue, sin duda, el resultado. Pero la lectura que se debe hacer desde Pasarón debe ser otra y es que el marcador no hizo justicia al trabajo del Pontevedra. Decía Luismi tras el encuentro que "el fútbol tiene que devolvernos los puntos que hoy nos ha quitado", más como una declaración de intenciones que como un lamento y es que el pasado domingo los granates realizaron, a pesar de todo, un buen partido y asentaron las bases de un juego que trata de inculcar el entrenador desde inicio de temporada, que pasa por tener el balón y la iniciativa en el juego. Una actitud y una filosofía sobre el campo en el que a los granates se le vio luces, pero también puntos que pulir y que costaron la derrota.

reacción

Lo mejor en Matapiñonera fue la actitud del equipo. El primer gol llegó cuando el equipo estaba en el mejor momento y cuando tocaba encarar los minutos psicológicos, los del final del primer tiempo. Tras el descanso, el equipo no le perdió la cara al partido y continuó en busca del empate, con unos quince primeros minutos realmente buenos en los que solo falló la puntería. Con el 2-0, el partido se hacía cuesta arriba, pero el equipo no desfalleció y continuó peleando para empatar.

Fue una lección de que el equipo tiene capacidad de reacción, que sabe competir contra los mejores hasta el final y, además, que es capaz de hacerlo haciendo un buen fútbol, creando ocasiones de gol. Si el resultado es lo peor cosechado en San Sebastián de los Reyes, no fue por falta de actitud y jugando de esta forma, es la mejor manera para continuar puntuando.

ÚLTIMO PASE Y DEFINICIÓN

El equipo es capaz de crear ocasiones y llegar al área rival, pero si perdió no fue tanto por los errores defensivos, que también, sino por lo que cuesta hacer gol. "Igual que hay que estar bien defensivamente hay que estar bien ofensivamente, igual que defiendes bien en tu área, en área contraria tienes que estar acertado y definir las que tienes", reflexionaba Luismi en la rueda de prensa.

En el fútbol se ganan o se pierde por los goles. De poco sirve llegar con facilidad al área rival si en el momento crucial no se puede marcar. Eso fue lo que le pasó a los granates el domingo. En la primera parte, adoleció de un buen último pase que dejase a los delanteros en posiciones claras para marcar, algo que se corrigió en el segundo tiempo. El que marca primero en esta categoría tiene mucho camino andado y de haber aprovechado alguna de las ocasiones de la primera parte para ponerse por delante, el sino del duelo habría cambiado.

Pero es que, salvo en el gol magistral de Javi Pazos, los granates no fueron certeros cuando estaban en posiciones más claras de gol.

orden

Una de las fortalezas de este Pontevedra fue el orden. El equipo estaba bien asentado y le permitía hacer daño al rival entre líneas y por la banda derecha, pero ante unos rivales tan rápidos y efectivos, el equipo supo crecer desde la colocación hasta que llegó el primer gol. Precisamente fue un error en la falta de orden. No se le puede permitir al rival profundizar a raíz de un saque de banda y después dejar a un rematador solo. Un error corregible.

También falló el orden en el segundo gol, que cogió a todo el equipo desplegándose tras un robo de balón. También otro error que puede y debe subsanarse.

defensa

Para Luismi, la primera línea defensiva la marcan sus delanteros. Ya lo demostró ante el Fuenlabrada, alineando dos delanteros para sujetar a los defensas rivales. Ante unos jugadores tan rápidos por las bandas como los del Sanse, repitió la idea, pero situando a dos carrileros: Nacho López, con mucha participación ofensiva, y Álex González, que sufrió en defensa. Ninguno de los dos acabaría el parido, pero Luismi tampoco quiso cambiar el esquema (3-4-2-1), pero con la entrada de Pibe ganó en profundidad y agresividad y con Mouriño un fuego más asociativo que benefició a la hora de encerrar al rival atrás.

En la zaga, el entrenador apostó de nuevo por la defensa de tres formada por Campillo, Churre y Adrián León, que fue el que más tuvo que trabajar al tapar el carril de Álex González. Las dos concesiones de gol llegaron por un desajuste en la defensa de tres que el equipo deberá trabajar si Luismi sigue apostando por este sistema, que por otra parte, no es ajeno al equipo (ya jugó con tres centrales ante el Valladolid B, el Fuenlabrada y ante el Burgos).

Sobre el Matapiñorea saltó un "once" titular inédito. Luismi quiere a todos sus jugadores enchufados y la prueba está en que, tras trece jornadas, el técnico todavía no repitió ninguna alineación.

mercado de invierno

El equipo recibe este domingo a las 17 horas al Coruxo (noveno) antes de visitar a un Rápido de Bouzas colista. Sin duda, dos partidos en los que el equipo espera volver a la senda de la victoria para recuperar sensaciones y el optimismo.

El entrenador fue cuestionado por si espera fichajes para la segunda vuelta, pero Luismi tiene en los lesionados a sus fichajes del mercado invernal. "Lo que quiero es recuperar a los lesionados, es lo mejor que nos puede venir", indicó al respecto. El entrenador arriesgó el pasado domingo al alinear a Churre, que confesaba tras el partido que había jugado con dolor en el codo. Para este fin de semana podría volver Arruabarrena.