Mathias Jensen es el centrocampista de corte ofensivo que Antonio Mohamed requería para perfeccionar su arsenal. Fuentes sólidas tanto en Vigo como en Farum, la ciudad donde se ubica el Nordsjaelland, consideran que el traspaso está prácticamente cerrado y cifran la operación en 6,7 millones de euros. La medular céltica, la línea que ha experimentado una remodelación más profunda este verano, queda así completa a expensas de lo que pueda suceder con Lobotka.

El Ekstrabladet, un periódico de sólida reputación en Dinamarca y con buenas conexiones en el Nordsjaelland, que ya en su día reveló el fichaje del propio Lobotka, proporcionaba ayer a primera hora sustancia a lo que otros medios habían empezado a insinuar: la proximidad del acuerdo sobre Jensen. Y apuntaba la cifra, esos 50 millones de coronas danesas que al cambio superan los 6,7 millones de euros. Después, a última hora de la mañana, en el Celta confirmaban el asunto aunque con la tibieza habitual. La rotundidad procede de la traducción que debe hacerse sobre el idiolecto celeste. El traspaso de Jensen debería hacerse oficial en las próximas horas, con la habitual demora provocada por viajes, revisiones médicas y últimos detalles en la redacción de los contratos.

Así que el Celta, salvo sorpresa, da por concluida la búsqueda del centrocampista ofensivo. Mathias Jensen ha sido la primera opción desde que se abrió el mercado, pero en algún momento pareció que Felipe Miñambres debería renunciar a cobrarse la pieza, al menos este año. Jensen será el segundo jugador que le compre al Nordsjaelland, tras Lobotka, y el tercero que ha militado en ese club añadiéndoles a Emre Mor (que tuvo el Borussia Dortmund como estación intermedia). Prolonga además la saga de célticos nórdicos instaurada en época moderna, con sus compatriotas Krohn-Dehli, Wass y Pione Sisto y el sueco Guidetti -los noruegos Eggen y Demidov, este de origen letón, era los únicos antecedentes-.

Jensen, internacional sub 21, es un centrocampista creativo, con talento para el último pase y llegada -anotó 12 goles en 35 partidos la pasada temporada-. Actualmente se encuentra en los últimos días de convalecencia de una lesión muscular que se produjo a mediados de julio, en el primer partido liguero ante el Esbjerg. Si su incorporación fuese inmediata, podría estar listo para competir en la primera o segunda jornadas. Sus compañeros de demarcación serán Lobotka, Beltrán, Okay, Jozabed, Brais Méndez en la medida en que Mohamed parece ubicarlo más como medio e incluso Boufal si el técnico decide emplearlo como enganche.

De todos ellos, y ya que Brais entonces no contaba en el primer equipo, es Jozabed el único centrocampista que aguanta con respecto al Celta que alcanzó las semifinales de la Europa League hace dos años. La reforma se ha acentuado en el actual mercado, con el rejuvenecimiento como principio rector. Se han ido Wass (29 años) y Tucu (31). Se irá Radoja (25). Han llegado Beltrán (19), Boufal (24) y Okay (24). Lo hará Jensen (22).

Se antojan incluso demasiados centrocampistas para un equipo que se ha armado sobre una estructura de 5-2-3 en tres de los cuatro amistosos de pretemporada. La directiva cree, sin embargo, que los problemas físicos de varios jugadores explican en gran medida esa postura de Mohamed. El 4-3-3 se intuye como dibujo principal, por más que el técnico se confiese pragmático y flexible al respecto.

El único interrogante que queda latente en la sala de máquinas es Lobotka. El eslovaco intesa en la Premier, cuyo mercado se cierra este jueves, pero también a clubes como el PSG. La incertidumbre podría prolongarse hasta el final del verano, así que el Celta está obligado a trabajar con las dos hipótesis. Miñambres selecciona objetivos por si debe buscarle sustituto. Pero a la vez ya se ha asegurado un elemento dúctil como es Fran Beltrán. El joven madrileño puede funcionar como socio de Lobotka en la alineación inicial. A sus 19 años, y de carácter humilde, encajaría con buen talente el rol inicial de suplente meritorio. Y el director deportivo está convencido de que si fuese necesario, también sería capaz de asumir la responsabilidad de sustituir a Lobotka. Beltrán confirma: "Me puedo adaptar a cualquier compañero en el centro del campo. No tengo ningún problema. Y si algún compañero se va o tengo que suplir su puesto, estaría capacitado para asumir ese rol en el centro del campo".